domingo, 26 de agosto de 2018
sábado, 4 de agosto de 2018
viernes, 27 de julio de 2018
Viva la Salú...
El que predijo que este año sería de gripes fuertes estaba en lo cierto... yo que me jactaba de llevar 2 años y medio sin ningún resfrío, a estas alturas ya llevo tres.
Como me pareció demasiado y en este último me puse ronca y tenía la cabeza como tambor con tanta tos, fui a “Vida Integra” una red de especialidades médicas que se encuentra repartida por toda la Región Metropolitana.
Al momento de pedir hora por cuernófono y luego de preguntarme hasta el nombre del gato, me decidí por la sucursal de Bandera 101, 3er piso a pasos de calle Moneda. Hasta ahí todo bien, me atendían ese mismo día... Fantástico! me dije, así salgo de una de esto.
Luego de pagar la consulta $6.000 (gracias Fonasa) y esperar un rato, me atiende una chiquilla doctora bien nuevita. Le cuento mis malestares me revisa minuciosamente pulmones, ganglios, me hace algunas preguntas... de pasada le comento que estoy tomando Ibuprofeno para el dolor de garganta porque me alivia... Ella me mira y callada sólo escribe en el computador.
Al cabo de un rato finalmente se decide, rinofaringitis me dice y me receta tres ingredientes: un jarabe para la tos, unas pastillas con corticoides... y para que no se note pobreza (cómo voy a seguir tomando el mismo remedio que TENGO en la casa) me manda Ketoprofeno.
Mi primera impresión fue de sorpresa, me pareció raro el diagnóstico... Nunca tuve romadizo, ni estornudos. Mi mayor malestar era la tos y la afonía, pero bueno asumí nomas, ella sabe más que yo! me dije, por algo estudió.
De ahí, obediente a la farmacia: AVIATUS ($9.000) PLEXUS ($12.000) y Ketoprofeno con nombre comercial porque no había genérico ($5500). Total receta $26.500.
Pasadas unas semanas y ya aliviada, me encuentro con una amiga en el centro... andaba con una gripe del terror, llevaba 10 días de moco, tos y no mejoraba nada. Así que como buena amiga, le comento que hace unas semanas tuve “rinofaringitis”, que fui a "Vida Integra de calle Bandera", que me salió un ojo de la cara los remedios pero atienden altiro y que lo mejor de todo, me sané.
Nos fuimos a tomar un café y llamamos al Centro Médico, tenían hora para ese mismo día... de hecho la señora del call center nos pregunta que cuánto nos demoramos en llegar... 1 hora! le dijimos, (Aún quedaba mucho por conversar) estábamos a 3 cuadras.
Llegamos al 3er piso de calle Bandera 101, mi amiga paga la consulta $12.000 (es de Isapre, jojo!) y coincidentemente la atiende la MISMA doctora nuevita que me había atendido a mi hace un par de semanas.
Al salir, ella viene con cara de interrogación y disconformidad... No tenía un diagnóstico claro porque la doc no hablo, sólo se limitó a extender una receta y a escribir en el computador.
Me muestra el papel y resulta que eran exactamente los mismos remedios que yo tomé... el MISMO jarabe, las MISMAS pastillas, además de antibióticos y Salbutamol. Valor total receta, 35 lucas... No será mucho??
Como me pareció demasiado y en este último me puse ronca y tenía la cabeza como tambor con tanta tos, fui a “Vida Integra” una red de especialidades médicas que se encuentra repartida por toda la Región Metropolitana.
Al momento de pedir hora por cuernófono y luego de preguntarme hasta el nombre del gato, me decidí por la sucursal de Bandera 101, 3er piso a pasos de calle Moneda. Hasta ahí todo bien, me atendían ese mismo día... Fantástico! me dije, así salgo de una de esto.
Luego de pagar la consulta $6.000 (gracias Fonasa) y esperar un rato, me atiende una chiquilla doctora bien nuevita. Le cuento mis malestares me revisa minuciosamente pulmones, ganglios, me hace algunas preguntas... de pasada le comento que estoy tomando Ibuprofeno para el dolor de garganta porque me alivia... Ella me mira y callada sólo escribe en el computador.
Al cabo de un rato finalmente se decide, rinofaringitis me dice y me receta tres ingredientes: un jarabe para la tos, unas pastillas con corticoides... y para que no se note pobreza (cómo voy a seguir tomando el mismo remedio que TENGO en la casa) me manda Ketoprofeno.
Mi primera impresión fue de sorpresa, me pareció raro el diagnóstico... Nunca tuve romadizo, ni estornudos. Mi mayor malestar era la tos y la afonía, pero bueno asumí nomas, ella sabe más que yo! me dije, por algo estudió.
De ahí, obediente a la farmacia: AVIATUS ($9.000) PLEXUS ($12.000) y Ketoprofeno con nombre comercial porque no había genérico ($5500). Total receta $26.500.
Pasadas unas semanas y ya aliviada, me encuentro con una amiga en el centro... andaba con una gripe del terror, llevaba 10 días de moco, tos y no mejoraba nada. Así que como buena amiga, le comento que hace unas semanas tuve “rinofaringitis”, que fui a "Vida Integra de calle Bandera", que me salió un ojo de la cara los remedios pero atienden altiro y que lo mejor de todo, me sané.
Nos fuimos a tomar un café y llamamos al Centro Médico, tenían hora para ese mismo día... de hecho la señora del call center nos pregunta que cuánto nos demoramos en llegar... 1 hora! le dijimos, (Aún quedaba mucho por conversar) estábamos a 3 cuadras.

Llegamos al 3er piso de calle Bandera 101, mi amiga paga la consulta $12.000 (es de Isapre, jojo!) y coincidentemente la atiende la MISMA doctora nuevita que me había atendido a mi hace un par de semanas.
Al salir, ella viene con cara de interrogación y disconformidad... No tenía un diagnóstico claro porque la doc no hablo, sólo se limitó a extender una receta y a escribir en el computador.
Me muestra el papel y resulta que eran exactamente los mismos remedios que yo tomé... el MISMO jarabe, las MISMAS pastillas, además de antibióticos y Salbutamol. Valor total receta, 35 lucas... No será mucho??
domingo, 22 de julio de 2018
MI EXPERIENCIA BIONICA
Hace tiempo que no aparecía una versión que cumpliera con todas mis expectativas y definitivamente este Ubuntu 18.04 BIONIC BEAVER la lleva.
Todo partió con un virus que me hizo formatear mi portátil mutante, que a pesar de los años aún anda muy bien. Siempre lo he manejado con dos sistemas operativos: Por un lado, un mal necesario como Windows y por otro, hasta ahora Ubuntu 14.04 TRUSTY TAHR que a decir verdad nunca me gustó mucho su formato, aunque ya me había medio acostumbrado a ciertas “mañas” que no me dejaban del todo conforme... El “dock” o barrita con favoritos en el costado sin opción a cambio, los cierres de ventana en el lado opuesto. Sin mencionar que para intentar buscar algo o configurar debías tener la película más o menos clara, si no súper perdida!!

Ahora con esta nueva versión, Ubuntu volvió a ser mucho más AMABLE... todo está a la vista y eso realmente se agradece. Hay una pestaña en la parte inferior izquierda donde encuentras las aplicaciones instaladas y en la parte central superior, fecha y hora, todo un acierto.
La nota mala la pone Microsoft OTRA VEZ... Como hace rato no formateaba mi PC, debo haber sido uno de los pocos computadores que aún tenía instalado “Windows Movie Maker" ...Si, ese mismo del “Live Essentials” que caducó en Enero del año pasado.

De ese paquete yo ocupaba dos programas: El visor de fotos, que era bastante bueno como editor de imágenes y Movie Maker, para hacer videos con texto y efectos.
Ahora, al reiniciar mi lado Windows, intenté reinstalarlo y resulta que NO sólo dejaron de dar actualizaciones los avispados, si no que sencillamente lo borraron del mapa... Paff!!
Un programa que no debe ocupar más de 10 Mb de espacio en los ENORMES servidores de Microsoft, lo eliminan porque a ellos ya no les interesa... Creo hablar por muchos si digo que ese programa lo utilizamos por aaaaaaaños cientos de personas y la mayoría sabíamos muy bien cómo manejarlo, dado lo amigable que era y lo acostumbrados que estábamos a su funcionamiento.
Según Microsoft, ya no tenía sentido tenerlo, debido a todas las aplicaciones disponibles para desarrollar videos que existen hoy en día... pero resulta que ese programa humilde y todo, me ha sido IMPOSIBLE encontrar un símil gratuito, sin propaganda y sin virus. Mal por Microsoft, por proceder de manera unilateral y dejar a tanto viudo de Movie Maker que aún lo extrañamos...
Pero como no me podía quedar pegada llorando por su ausencia... (Mardito Microsof!!) me fui donde los amigos de GNU y encontré algunos editores de video, que si bien hay que acostumbrarse a sus funciones y aún sigo aprendiendo, cumplen bastante con lo que quiero y necesito.
Aaahhhaaaa como me gustas Linux!!
martes, 10 de julio de 2018
martes, 3 de julio de 2018
Mis Castañas Asadas
Llega el invierno y con ello lluvia, frío y ropa de abrigo, pero si hay algo que creo a todos nos gusta en esta temporada son las castañas asadas.
Recuerdo de niña lo difícil que era pelarlas y cómo te quemabas los dedos cada vez... pero algo que nunca entendí, es por qué a mi madre le quedaban TAN pegadas a la cáscara... =|
Al parecer, las hervía en agua, lo que hacía que salieran convertidas en puré... Al final, me aburría tanto esfuerzo y de terminar comiendo más cáscara que nada...
Ahora de grande, me he reencontrado con las castañas y gracias a "San Google" encontré tutoriales que muestran de manera simple cómo asar castañas en casa, sin tanto cahuín:
Lo primero que aprendí es que si o si, antes de cocinarlas se deben hacer unos CORTES, ya sea a lo largo de la castaña o cortándoles sólo la punta... Esto para que con el calor no se inflen, exploten y terminen todas pegadas en las pared del horno.
Luuueeeego, en una lata limpia sin nada de materia grasa, se distribuyen bien y se cocinan unos 25 a 30 minutos dándolas vuelta de tanto en tanto para que se doren parejo.... Una vez asadas el corte se verá ligeramente más abierto.
Cosas que aprendí asando castañas.
– Da lo mismo hacer 1 corte, 3 cortes o quitar la punta de la castaña... En YouTube encontrarás MILES de tutoriales, yo probé de varias formas y al final todas dan el mismo resultado. Por lo tanto, lo que hago para facilitar la cosa, es 1 sólo corte en el MEDIO y nada más... si la idea es que tenga por donde salir el calor.
– Puedes asar cuantas castañas quieras 1 kilo, 2 kilos, 3... o las que alcancen en tu horno. Luego, las que sobren después del panzazo que te darás, jeje! las guardas en el refrigerador y duran un montón. Yo utilizo un recipiente de vidrio sin tapa.
– NO es lo MISMO comer una castaña fría que una calentita recién salida del horno... Las castañas frías son desabridas y pierden todo el encanto. Además, que cuesta más quitarles la cáscara. Para eso, saco unas cuantas del refrigerador y las meto en el horno eléctrico, una vez tibias la cáscara sale fácilmente.
– Cuando ases muchas castañas de una, no las recocines mucho porque después al enfriarse algunas se pondrán como piedra, incomibles y ni siquiera recalentándolas se ablandarán... otras en cambio, se pondrán negras y de mal sabor. Es mejor asar todo el lote por menos tiempo y a medida que se te vayan antojando terminar de dorarlas.... aunque personalmente, siento que de este modo cambia un poco el sabor.
PROCEDIMIENTO:
1. Lavar bien las castañas para quitar todo vestigio de tierra y suciedad, una vez secas realizar cortes a cada una antes de llevarlas al horno.
2. Cocer durante 30 minutos más o menos, te darás cuenta que están listas porque el corte de la cáscara se verá ligeramente más abierto... ir dándolas vueltas para que se cocinen parejo.
3. Una vez tibias podrás pelarlas muy fácil... =)
Recuerdo de niña lo difícil que era pelarlas y cómo te quemabas los dedos cada vez... pero algo que nunca entendí, es por qué a mi madre le quedaban TAN pegadas a la cáscara... =|
Al parecer, las hervía en agua, lo que hacía que salieran convertidas en puré... Al final, me aburría tanto esfuerzo y de terminar comiendo más cáscara que nada...

Ahora de grande, me he reencontrado con las castañas y gracias a "San Google" encontré tutoriales que muestran de manera simple cómo asar castañas en casa, sin tanto cahuín:
Lo primero que aprendí es que si o si, antes de cocinarlas se deben hacer unos CORTES, ya sea a lo largo de la castaña o cortándoles sólo la punta... Esto para que con el calor no se inflen, exploten y terminen todas pegadas en las pared del horno.
Luuueeeego, en una lata limpia sin nada de materia grasa, se distribuyen bien y se cocinan unos 25 a 30 minutos dándolas vuelta de tanto en tanto para que se doren parejo.... Una vez asadas el corte se verá ligeramente más abierto.
Cosas que aprendí asando castañas.
– Da lo mismo hacer 1 corte, 3 cortes o quitar la punta de la castaña... En YouTube encontrarás MILES de tutoriales, yo probé de varias formas y al final todas dan el mismo resultado. Por lo tanto, lo que hago para facilitar la cosa, es 1 sólo corte en el MEDIO y nada más... si la idea es que tenga por donde salir el calor.
– Puedes asar cuantas castañas quieras 1 kilo, 2 kilos, 3... o las que alcancen en tu horno. Luego, las que sobren después del panzazo que te darás, jeje! las guardas en el refrigerador y duran un montón. Yo utilizo un recipiente de vidrio sin tapa.
– NO es lo MISMO comer una castaña fría que una calentita recién salida del horno... Las castañas frías son desabridas y pierden todo el encanto. Además, que cuesta más quitarles la cáscara. Para eso, saco unas cuantas del refrigerador y las meto en el horno eléctrico, una vez tibias la cáscara sale fácilmente.
– Cuando ases muchas castañas de una, no las recocines mucho porque después al enfriarse algunas se pondrán como piedra, incomibles y ni siquiera recalentándolas se ablandarán... otras en cambio, se pondrán negras y de mal sabor. Es mejor asar todo el lote por menos tiempo y a medida que se te vayan antojando terminar de dorarlas.... aunque personalmente, siento que de este modo cambia un poco el sabor.
PROCEDIMIENTO:
1. Lavar bien las castañas para quitar todo vestigio de tierra y suciedad, una vez secas realizar cortes a cada una antes de llevarlas al horno.
2. Cocer durante 30 minutos más o menos, te darás cuenta que están listas porque el corte de la cáscara se verá ligeramente más abierto... ir dándolas vueltas para que se cocinen parejo.
3. Una vez tibias podrás pelarlas muy fácil... =)
miércoles, 27 de junio de 2018
Un Poco de Humor... 😁
| Foto de Igiiro🇯🇵 |
| Ilustración de Typewear |
![]() |
| La importancia de una buena redacción... =| |
| Imagen de @lifeofpaid |
sábado, 23 de junio de 2018
Como envejecer y no morir en el intento...
Parado en la terraza Octavio mira todo a su alrededor, ya había hecho los últimos preparativos y estaba todo listo para partir.
Mientras se calienta las manos en su tazón favorito y huele el vapor del café recién preparado, recuerda cómo fue la primera vez que llegó allí, un terreno lleno de tierra, piedras y troncos de árboles viejos.
Ahora su familia lo esperaba en una flamante y recién remodelada casa en la ciudad. Él no estaba de acuerdo, prefería quedarse donde había construido a pulso y casi sin herramientas todo lo que le rodeaba... pintando cada recoveco y sintiendo satisfacción cada vez.
Desde pequeño había aprendido a valerse por sí mismo y hoy a sus 70 años deseaba mantener su independencia. Su hija se oponía a que siguiera solo en aquel sitio tan apartado pero a él no le importaba, era feliz allí rodeado de naturaleza, comiendo fruta sacada al instante y revolviendo la tierra hasta conseguir una que otra hortaliza.
Rodea la casa y echa un vistazo al patio interior, el cacareo de las gallinas ahora convertido en silencio lo ponen nostálgico. Tantos recuerdos clavados en la tierra que ahora sólo se escuchan como un eco, las conversaciones de su nieta cuando tomaba el té con sus amigos invisibles en la casita del árbol, el columpio que se instalaba cada vez que venía de visita.
La venta de la casa había sido exitosa, la idea de liquidar con todo en su interior dio resultado y una pareja joven venía a instalarse en unos días más. Quizás hacía lo correcto pero aun así, sentía una pesadez en el pecho que no lo dejaba en paz.
Mientras las últimas aves anuncian la hora de dormir, Octavio entra a la casa a lavar el tazón y a mirar por última vez la cocina. Afuera el viento sopla sobre los árboles y hace murmullos al pasar a través de sus hojas. Pequeñas gotas comienzan a caer y aumentan de intensidad a medida que transcurren los minutos, en un tamborileo constante, así sin más, van y vienen golpeteando contra la ventana en ráfagas intermitentes que anuncian que pronto se avecina algo.
Finalmente, toma las llaves de la pequeña mesita cerca de la puerta donde alguna vez hubo un teléfono de disco, respira profundo, contempla por unos instantes las figuras que forman los muebles en la penumbra y se dispone a cerrar la puerta sin mirar atrás.
Mientras se calienta las manos en su tazón favorito y huele el vapor del café recién preparado, recuerda cómo fue la primera vez que llegó allí, un terreno lleno de tierra, piedras y troncos de árboles viejos.
Ahora su familia lo esperaba en una flamante y recién remodelada casa en la ciudad. Él no estaba de acuerdo, prefería quedarse donde había construido a pulso y casi sin herramientas todo lo que le rodeaba... pintando cada recoveco y sintiendo satisfacción cada vez.
Desde pequeño había aprendido a valerse por sí mismo y hoy a sus 70 años deseaba mantener su independencia. Su hija se oponía a que siguiera solo en aquel sitio tan apartado pero a él no le importaba, era feliz allí rodeado de naturaleza, comiendo fruta sacada al instante y revolviendo la tierra hasta conseguir una que otra hortaliza.
Rodea la casa y echa un vistazo al patio interior, el cacareo de las gallinas ahora convertido en silencio lo ponen nostálgico. Tantos recuerdos clavados en la tierra que ahora sólo se escuchan como un eco, las conversaciones de su nieta cuando tomaba el té con sus amigos invisibles en la casita del árbol, el columpio que se instalaba cada vez que venía de visita.
La venta de la casa había sido exitosa, la idea de liquidar con todo en su interior dio resultado y una pareja joven venía a instalarse en unos días más. Quizás hacía lo correcto pero aun así, sentía una pesadez en el pecho que no lo dejaba en paz.
Mientras las últimas aves anuncian la hora de dormir, Octavio entra a la casa a lavar el tazón y a mirar por última vez la cocina. Afuera el viento sopla sobre los árboles y hace murmullos al pasar a través de sus hojas. Pequeñas gotas comienzan a caer y aumentan de intensidad a medida que transcurren los minutos, en un tamborileo constante, así sin más, van y vienen golpeteando contra la ventana en ráfagas intermitentes que anuncian que pronto se avecina algo.
Finalmente, toma las llaves de la pequeña mesita cerca de la puerta donde alguna vez hubo un teléfono de disco, respira profundo, contempla por unos instantes las figuras que forman los muebles en la penumbra y se dispone a cerrar la puerta sin mirar atrás.
martes, 12 de junio de 2018
VOZ INTERIOR
Es necesario aprender a diferenciar la voz interior de la voz del ego porque son totalmente distintas.
La voz del EGO es esa que te martillea el cerebro, que te repite una y otra vez... haz esto, haz esto otro, anda a tal lado... Es imperativa y siempre está regañándonos. Es la que te hace dudar y tener miedo.
La voz INTERIOR es sabia, mucho más afectuosa con nosotros, es comprensiva y siempre está ahí cuando más la necesitamos... pero es justo "esa", la que nunca escuchamos. Porque suena tan despacio en nuestro interior, tan sutil, que terminamos siempre escuchando las demandas y los requerimientos del ego.
La voz del EGO es esa que te martillea el cerebro, que te repite una y otra vez... haz esto, haz esto otro, anda a tal lado... Es imperativa y siempre está regañándonos. Es la que te hace dudar y tener miedo.
La voz INTERIOR es sabia, mucho más afectuosa con nosotros, es comprensiva y siempre está ahí cuando más la necesitamos... pero es justo "esa", la que nunca escuchamos. Porque suena tan despacio en nuestro interior, tan sutil, que terminamos siempre escuchando las demandas y los requerimientos del ego.
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| Foto de Kristýna Kvapilová |
martes, 5 de junio de 2018
MI CASA DE PAPEL
De todas las series españolas que he visto hasta el momento, para mi gusto "La Casa de Papel" es lejos la MEJOR... y la que más lucas tiene también y se nota.
Todo está bien hecho y pensado, la trama, los personajes, esa cuerda que van soltando de a poco, sin que sientas que pasa el tiempo y que en tan sólo un par de capítulos te transforma en uno más del lote.
Y es que tiene la gran gracia de abordar los estereotipos que a todos nos gustan... el chiquillo tímido, inteligente y con determinación, la mujer "cojonuda" que sabe lo que quiere, el papanatas que igual nos atrae... o bien despierta ese instinto materno y de protección.
Todos cumplen un rol para que nosotros vilmente enganchemos y los amemos, porque de seguro en la vida real no estaríamos a favor de este tipo de acciones, pero en la ficción a todos nos gusta jugar a ser héroes... Finalmente, terminamos rendidos a los encantos subversivos de los protagonistas, hinchando para que no los atrapen y fabricando junto a ellos mentalmente, nuestro propio dinero.
Todo está bien hecho y pensado, la trama, los personajes, esa cuerda que van soltando de a poco, sin que sientas que pasa el tiempo y que en tan sólo un par de capítulos te transforma en uno más del lote.
Y es que tiene la gran gracia de abordar los estereotipos que a todos nos gustan... el chiquillo tímido, inteligente y con determinación, la mujer "cojonuda" que sabe lo que quiere, el papanatas que igual nos atrae... o bien despierta ese instinto materno y de protección.
Todos cumplen un rol para que nosotros vilmente enganchemos y los amemos, porque de seguro en la vida real no estaríamos a favor de este tipo de acciones, pero en la ficción a todos nos gusta jugar a ser héroes... Finalmente, terminamos rendidos a los encantos subversivos de los protagonistas, hinchando para que no los atrapen y fabricando junto a ellos mentalmente, nuestro propio dinero.









