Imagino que para muchos no será ninguna novedad, sobre todo porque “The Marvelous Mrs. Maisel” ya va por su tercera temporada, pero acabo de conocer esta fantástica serie y se transformó inmediatamente en una de mis favoritas.
Llegué por pura curiosidad, cuando supe que Adrian Monk sería parte del elenco... y es que nunca he visto a Tony Shalhoub en otro papel que no sea Monk... y después de ocho temporadas como el detective lleno de tics y mañas, necesitaba saber si Monk podía dejar de ser... bueno, Monk!
Pero lo que vi fue mucho más que una serie de época, una SERIASA con una trama que te envuelve y teletransporta a tal punto de perder toda noción del tiempo. Simplemente la amé... amé a Midge, sufrí con sus desventuras y me enojé con sus injusticias.
La historia comienza con su protagonista Miriam Maisel, una perfecta mujer de mediados del siglo XX, que ya a sus 26 años ha cumplido con todo lo que la sociedad le exige... casarse, tener hijos, un título universitario que no le sirve para nada y un departamento enorme en un sector residencial, al lado de su padres. Nada podría salir mal...!! Hasta que todo se derrumba y comienza un viaje de descubrimiento personal que la lleva a ser la reina del Stand-up.
Aquí la serie nos presenta un tema que perfectamente podría extrapolarse a una mujer del siglo XXI... porque aún se le carga la mata a la que no desea tener hijos, no quiere casarse o tiene un empleo poco convencional.
Si llegas a pisar un cayo aunque sea pequeño, te lo hacen saber... Si llegas a alzar la voz, eres castigada... Si optas por algo diferente, eres tratada como loca o deficiente mental. Aún debemos abrirnos paso a trastabillones, sangrando si es necesario... y esta serie representa muy bien lo que eso significa.
Mención aparte merece la ambientación, el hermoso trabajo de vestuario y esas pequeñas pinceladas musicales, que evocan a películas de antaño. Totalmente recomendada!!
Llegué por pura curiosidad, cuando supe que Adrian Monk sería parte del elenco... y es que nunca he visto a Tony Shalhoub en otro papel que no sea Monk... y después de ocho temporadas como el detective lleno de tics y mañas, necesitaba saber si Monk podía dejar de ser... bueno, Monk!
Pero lo que vi fue mucho más que una serie de época, una SERIASA con una trama que te envuelve y teletransporta a tal punto de perder toda noción del tiempo. Simplemente la amé... amé a Midge, sufrí con sus desventuras y me enojé con sus injusticias.
La historia comienza con su protagonista Miriam Maisel, una perfecta mujer de mediados del siglo XX, que ya a sus 26 años ha cumplido con todo lo que la sociedad le exige... casarse, tener hijos, un título universitario que no le sirve para nada y un departamento enorme en un sector residencial, al lado de su padres. Nada podría salir mal...!! Hasta que todo se derrumba y comienza un viaje de descubrimiento personal que la lleva a ser la reina del Stand-up.
Aquí la serie nos presenta un tema que perfectamente podría extrapolarse a una mujer del siglo XXI... porque aún se le carga la mata a la que no desea tener hijos, no quiere casarse o tiene un empleo poco convencional.
Si llegas a pisar un cayo aunque sea pequeño, te lo hacen saber... Si llegas a alzar la voz, eres castigada... Si optas por algo diferente, eres tratada como loca o deficiente mental. Aún debemos abrirnos paso a trastabillones, sangrando si es necesario... y esta serie representa muy bien lo que eso significa.
Mención aparte merece la ambientación, el hermoso trabajo de vestuario y esas pequeñas pinceladas musicales, que evocan a películas de antaño. Totalmente recomendada!!