miércoles, 27 de mayo de 2015

LINDA PERLA

Perla La Película

Esta semana fui a ver "Perla la película" una conmovedora historia Chilena, escrita, dirigida, producida y actuada por Sergio Cantillana, de claros trazos autobiográficos nos muestra una realidad que vemos a diario en este país.

La historia comienza con Perla, una perrita abandonada a su suerte en nuestra ciudad, pero como buena "Quiltra Chilensis", se las ingenia para alimentarse, conocer distintas realidades y deambular por diferentes sectores de nuestra capital en un ir y venir de escenas hilarantes y dramáticas. Por otro lado, esta Sergio, un guionista con crisis de inspiración que atormentado por sus fantasmas del pasado se gasta lo que no tiene en terapeutas y en intentar relanzar su carrera... Aunque tienes sus baches la película muestra de manera interesante la temática del abandono. La desesperanza que ello conlleva y lo fácil que es resolver nuestros problemas simplemente apartando nuestro rostro, en vez de enfrentar y aprender del proceso.

Se nota la familiaridad en su elaboración, el trabajo entre amigos... Al dejarnos llevar por su historia, evoca los sonidos de una ciudad que nos pertenece, locaciones claramente reconocibles y elementos simples que le dan esa magia del sentimentalismo puro y nato. Me demuestra gratamente que con tres palos y un alambre puedes hacer una película con contenido y eso se agradece. Nada de superproducciones Hollywoodenses, nada de superactores sobre valorados, nada de millones de dolares en costosas locaciones... el director se ríe de su propia realidad y de lo que significa en este país vivir del mundo de las ideas, toma lo que hay en su entorno y lo transforma... transeúntes convertidos en extras, quiltros callejeros siendo co-protagonistas y con un tino prodigioso, aprovecha el instante... ese momento preciso y simplemente graba de forma espontánea lo que vive en tiempo presente.

La improvisación de elementos, la temática de la ciudad viva, la realidad entre clases sociales, lo mucho de algunos, lo poco de otros, un sin numero de elementos que fluyen y que el director toma sin asco, presentándonos de manera realista una sociedad que vive a diario la temática central de la historia y de la cual, todos pasamos por alto, porque simplemente es mas fácil no hacer nada.

Nunca creí que diría esto, no soy amiga de las películas Chilenas y jamás había visto una porque encuentro que la mayoría se enfoca solo en tres temas repetidos hasta el cansancio: sexo, política y garabatos, pero la originalidad de esta película no sólo me incentivo a ir al cine, sino que me dejó con la sensación de un dinero bien pagado...

Fomentemos este tipo de propuestas, se puede ver a lo largo de todo Chile. Recuerden que las películas se mantienen vivas mientras haya demanda de publico, esa es la triste realidad de este sistema de mercado. En Santiago, Cine Hoyts da por ahora tres funciones diarias 12, 14 y 16 hrs.

Si quieres saber más de Perla, visita su página web o su sitio en Facebook.

lunes, 18 de mayo de 2015

Sobre redes sociales

Como todo el mundo, tengo Face... Nunca lo tome muy en serio, las redes sociales siempre me parecieron más una evasión de la realidad, una perdida de tiempo que algo productivo...

Pero debo reconocer que tienen su lado positivo, generan conectividad. Te acercan a ese ser querido que esta lejos, o a ese amigo que no ves hace años... Sirve también para cotillear a tus compinches de la escuela y reunirte con ellos, toda una moda hace algunos años. Permite generar negocios, redes de apoyo y crear agrupaciones con intereses en común.

Miles de fotos de niños, ecografías y mascotas inundan día a día nuestros muros y en un par de ojeadas nos enteramos que el hijo de una prima comenzó el cole, que la mamá de un amigo esta en el hospital o que la hermana de tu mejor amiga acaba de tener un bebe... Todo en una pincelada vaga y fugaz, una ventana abierta donde puedes ver lo que sucede en tu "entorno" de manera rápida, eficaz y voyerista. Todos los que tenemos Face en parte lo somos, husmeamos la vida de otros, miramos sus publicaciones y sus estados, desde nuestro sitio de confort, propio y anónimo con el único fin de observar y en cierto modo comparar... es fácil mirar hacia el lado y buscar errores, envidiar aventuras y desear lo peor... pero realmente sabemos que hay detrás de todo ese cuento de hadas..? Porque cada ser humano tiene su propia historia.

Existen todo tipo de personajes en Facebook, en este universo cabe de todo y como estrellas en el firmamento, podemos encontrar miles de especímenes... Están "los egocéntricos", que publican desde que amanece. "Los contestatarios", que gritan al mundo su opinión sobre cualquier cosa. "Los cadena", que comparten todo lo que se les atraviesa, desde la animita de turno hasta las fotos más crudas e insensibles. "Los inseguros", que suben miles y miles de selfies y cambian constantemente sus fotos de perfil con el solo afán de recolectar alabanzas y por sobre todo muchos likes... a este fenómeno podríamos llamarlo, "Sirve el pastel y siéntate a recibir los aplausos" Clap, Clap!! ...y finalmente "los observadores", seres invisibles que miran, pero no contestan, que leen pero no publican, que simplemente están ahí, expectantes, inertes... sin hacer, ni decir.

La verdad es que nadie esta a salvo de este fenómeno y todos hemos caído en la tentación de mostrar una imagen maquillada de nuestra realidad y recibir los aplausos... yo también lo he hecho y aunque piense lo contrario, me he dejado llevar por ese dulce ocio.

Pero este año, cuando la nueva política dictatorial de Facebook me borró del mapa sin aviso, me replantié la verdadera necesidad de tener una cuenta en alguna red social y seguir con este jueguito de la doble identidad... de vivir esclava del "estar al día", de opinar, de husmear lo que otros hacen, lo que dicen, la peleas de unos, los halagos de otros. Entendí que así como la televisión quita años de mi vida, las redes sociales realizan esa misma miserable labor, embotando mi cerebro y haciéndome perder un valioso tiempo en esta tierra, que no volverá... Vivimos tan poco y tenemos tanto por hacer, por aprender, por desarrollar, por interactuar, por crear.

Como podemos comparar un abrazo verdadero, leal, fraterno, lleno de amor con una idiotez como "dar un toque"..?? Como podemos comparar la emoción de vivir una experiencia real, con la de leer día tras día cientos de frases prodigiosas, llenas de esperanza y absolución, si ni siquiera somos capaces de entender su significado..?? Porque para entender, es necesario haberlo vivido.

No hay nada mejor en este mundo que mirar a los ojos al ser que amas, sentir el olor a café recién preparado, ver los rayos de sol al amanecer y morir al atardecer, sentir el aroma a leña y a tierra mojada, ayudar a un desconocido, pasear de la mano, cantar, escuchar el sonido del mar... esos pequeños detalles que nos hacen sentir, que atraviesan cada uno de nuestros poros y que convierten a este mundo en un lugar especial. No hay nada más importante que equivocarnos y aprender del proceso... Eso, es vivir!!

Entonces, porque seguimos insertos en este planeta virtual... Pueden las redes sociales suplir aunque sea un 1% las experiencias vividas..?? Puedo seguir dándome el lujo de desperdiciar mi tiempo evadiendo lo que no deseo (o no quiero ver) en vez de enfrentarlo y aprender de ello..? A caso no se trata de eso nuestra tarea en esta vida..??

Sobre Redes Sociales


viernes, 8 de mayo de 2015

LA ENVIDIA

La Envidia

Creo que no existe ser humano sobre la tierra, por muy puro de espíritu que este sea, que no haya sentido alguna vez esa sustancia viscosa que se mezcla con nuestra sangre y la hace mucho mas espesa y oscura.

A lo largo de la vida aprendemos que siempre habrán personas peores y mejores que nosotros en todo sentido. Si tocamos un instrumento, siempre habrá otro ser humano que lo haga diez veces mejor que nosotros. Si pintamos, dibujamos, escribimos, siempre habrá otro que nos supere. Si cantamos, siempre encontraremos a alguien más talentoso, con mejor voz, con más carisma. Si estudiamos alguna materia, si tenemos una habilidad acrobática, deportiva, siempre habrá alguien que sepa más que nosotros, que nos gane. Vivimos rodeados de personas que de algún u otro modo sobresalen en actividades que nosotros no podemos o no somos capaces de hacer.

Pero cuando la envidia se torna patológica?? Cuando comienza a apoderarse ese veneno de ti, cuando ya no puedes dejar de observar a esa persona que sientes que es mejor que tu, cuando la odias a tal punto que te molesta su rostro, cuando intentas consiente o no, querer ser como ella y no puedes sacarle los ojos de encima, la imitas y quieres saber todo lo que hace... para destruirla, para pisotearla, para verla caer y demostrarle que TU eres MEJOR.

Esta emoción básica en el ser humano creo, existe a todo nivel, desde pequeños nos enojamos cuando algún niño llega con un juguete nuevo o cuando a tu vecino le dan más dinero para comprar golosinas o cuando en el colegio nuestra amiga llega con el novio que te gusta. En el mundo de la creatividad, la envidia esta presente en todo momento, artesanos y diseñadores se arañan, hablan mal entre si y se pelean por nimiedades con tal de ponerle el pie encima al otro y ser mejor... muchos no se toleran a tal punto de hacerse zancadillas y malas jugadas con tal de sacar a la competencia de encima.

Yo también en algún momento de mi vida he sentido envidia, por que una niña tiene una cara mas bonita, un mejor cuerpo o porque es mas inteligente que yo... la envidia es parte de nuestra genética, esta inserta en el ser humano desde los inicios de los tiempos y quizás, sea parte de nuestro instinto de supervivencia, una manera básica de selección natural donde las mejores especies siempre tendrán mayores posibilidades de traspasar sus genes a las nuevas generaciones... Tal vez nuestra tarea está en aprender a lidiar con esas sensaciones y darnos cuenta que no hay mejores ni peores y que como seres humanos la competencia lejos de ayudar nos divide.

Pero independiente de como sea, pareciera que la envidia también tiene que ver con el sistema de recompensa, con el deseo innato y la necesidad de aprobación que todo ser vivo posee. Es el EGO el que habla, no nosotros. Es el EGO el que se manifiesta dolido y busca maneras distorsionadas para satisfacer su sed. Manteniendo un ego saludable, no debería ser malo sentir de vez en cuando ese celo barato que nos invade cuando vemos algo que nos gustaría ser o tener... pero creo lejos de intentar aniquilar al enemigo, debemos intentar aprender de ello y descubrir nuestros propios talentos que al fin de cuentas es lo que nos hace únicos en este mundo. Ser nosotros mismos en lugar de intentar ser otro, no mirar para el lado, explotar lo que tenemos por muy poco que "creamos" que sea... ese quizás sea el secreto de la verdadera felicidad.

Todo ser humano posee ese don que lo hace especial, pero muchos se pasan la vida buscándolo simplemente porque se encuentran enceguecidos por la victimización, por un ego ennegrecido que circula como alquitrán por sus venas y que les hace hervir la piel. Vivir de ese modo insano no hace más que envenenar la sangre, la mente, el espíritu y puede hacernos sufrir mucho.

Recuerda que la inseguridad es una poderosa arma autodestructiva que puede impregnarte no solo a ti, sino también a los que te rodean.

Perrito divertido