viernes, 4 de julio de 2025

SECRETOS DE LA MENTE ANIMAL

Hace unas noches atrás, mi gata que suele dormir a mis pies, me despertó porque se quejaba. Me incorporé rápido porqué pensé que estaba enferma. Ella aún dormía. Le acaricié la cabeza, pero seguía quejándose.

La llamé despacio: “¡Luna, Luna, qué pasa!”. En seguida levantó la cabeza y largó un maullido, de esos que involucran prrr...

Miraba hacia un lado algo confundida entre lo que soñaba y la realidad. Parecía estar en ese limbo donde no se sabe si se está despierto o dormido.

Eso me hizo recordar mis propias vivencias en sueños donde quiero gritar o llamar a alguien y no puedo. No me sale la voz, y termino despertando con un grito ahogado o porque alguien me remece.

Automáticamente, pensé: ¿Los gatos sueñan? Imagino que será de acuerdo a lo que viven en el día, igual que los humanos...

He visto perros mover sus patitas mientras duermen y en ese momento, ha sido más bien anecdótico porque es divertido verlos caminar recostados, pero siento que esta experiencia con mi Luna fue algo más complejo que un simple movimiento de patitas.

Mente Animal


Demuestra un procesamiento más elaborado, con emociones intensas que reflejan miedo, estrés, angustia. Sueños vívidos y hasta pesadillas que parecieran tener simbolismos y patrones similares a los nuestros.

Todo esto me hizo reflexionar sobre la conciencia en los animales y si el dilema mente–cerebro también podría aplicarse a ellos. ¿Piensan, toman decisiones, recuerdan a largo plazo?

Por supuesto no soy especialista, pero a lo largo de todos estos años que llevo viviendo con mi Luna, he visto muy de cerca su comportamiento, y dejando de lado sus instintos básicos, comer, dormir... etc, etc.

Veo que toma pequeñas decisiones a lo largo del día. Si va al dormitorio o al living. Si dormirá en la silla o en la cama. Incluso, la he visto devolverse cuando recuerda que le he cambiado algo de lugar... XD

A veces, se queda parada en la puerta del pasillo mirando, y como seres humanos “todopoderosos” creemos que está ahí, mirando el vacío, sin pensar, sin sentir o reflexionar... pero por lo menos yo veo que está procesando información. Tomando decisiones racionales no sólo basadas en el instinto, y que en esa pequeña cabecita hay ideas y conceptos abstractos achacados exclusivamente a los humanos.

Si tienen sueños tan vívidos como nosotros podría significar que también tienen emociones. Sienten tristeza, aunque no lloren como lo haría un humano. Echan de menos cuando no estamos cerca. Sienten rabia, alegría, vergüenza y aversión. Todo un conjunto de emociones y sensaciones que se mezclan y forman la personalidad.

Por tanto, aunque no hablen, quizás nos entiendan. Como un niño que aprende de pequeño un segundo idioma. Buscan el placer y evitan el dolor, o lo desagradable... igual que nosotros.

Aprenden que si aceptan algo que no les gusta, como cortarle las uñas, recibirá un premio. Y el escándalo con el tiempo disminuye porque comprueba que no le pasa nada y si espera, recibe algo a cambio que le gusta. Eso me parece bastante más elaborado que sólo actuar en el aquí y ahora. Por lo de la gratificación instantánea y el sistema de recompensa.

En fin, que si uno analiza en detalle el comportamiento de su amigo peludo, no creo que sea sólo voluntad de vida. Parece haber rasgos bastante definidos. Mitad genético, mitad crianza. Con traumas, aprehensiones y dudas, igual que un humano que debe lidiar con toda su experiencia desde la infancia, tanto buena como mala.

Puede que incluso existan tipos de apego, personalidades o sufran enfermedades mentales como depresión, ansiedad, esquizofrenia o demencia... ahora que viven más.

¿Quién puede asegurar que no? Incluso creo que cada vez estamos más cerca de aceptar que todos somos seres vivos sintientes y pensantes en el reino animal, y quien sabe, si también en el vegetal.


Perrito divertido