domingo, 21 de febrero de 2021

HELADO CONCENTRADO DE DAMASCOS

Helado de Damasco

Algo con lo que no contaba, dado el tratamiento que tiene la fruta, que tendría que pelear con los cristales de hielo desde que comencé con este helado..

Hice varios intentos y a todos les ocurrió más o menos lo mismo, cristales del tamaño de ventanas... "Pero si no agregué nada de agua, me pregunté cada vez".

Según yo, si hacía una especie de almíbar con la fruta, tendría menos opciones de congelarse, pero nop!

Probé primero agregando más leche o yogur. Por lógica debería sentirse más suave... pero la química del helado es un tanto peculiar y aun así, no mejoró.

El siguiente paso fue batir más veces. Y así cual reloj, lo sacaba del freezer y cada tanto revolvía un poco. Al principio la consistencia se ve algo líquida, eso es normal, con el transcurso de las horas va tomando cuerpo... pero no pude evitar que se congelara.

Para este último intento, se me ocurrió batir con minipimer sólo unas veces, en lugar de mezclar con espátula un montón... y el helado mejoró considerablemente. ¡PLOP!

Creo que en este caso, lo que necesita este helado para ser algo cremoso, es un batido potente y congelar... aunque sea más engorroso y ensucie más. No más grasa, ni más dedicación... sólo fuerza bruta. Sobre todo, si no se cuenta con una máquina para helados que haga la tarea y garantice esa cremosidad.

Helado de Damasco

Agregar más dátiles o ciruelas deshuesadas podría aportar algo de espesor extra con su pulpa... Te recomiendo verificar bien que no traiga la semilla, trozándolos antes de echar a la juguera... aunque el envase diga “sin carozo”, porque después el “cuesco intruso” se hará miles de pedazos diminutos que ni colando queda bien.

Es un verdadero desastre comer helado escupiendo trozos de cuesco... Sin Diente (Historia triste pero cierta).

Si optas por la ciruela para dar enjundia, ten en cuenta que su sabor es bien invasivo y si agregas muchas, terminarás con un helado sabor ciruela... XD


INGREDIENTES:
– 400 gr aprox. de concentrado de damasco.
– 3 Yogur Protein+ sabor vainilla. (155 gr c/u)
– Ciruelas o dátiles, para dar más espesor y combatir la cristalización.


PREPARACIÓN:
1. Vaciar en un vaso de juguera el congelado de damascos y batir con yogur y las ciruelas o dátiles, hasta que todo se integre completamente.

2. Pasar a un bowl y congelar por 1 hora.

3. Cada tanto, revolver hasta conseguir una consistencia cremosa. Es preferible usar algún utensilio como batidora o juguera para “mantecar” este helado.


sábado, 13 de febrero de 2021

CONSERVAR DAMASCOS POR MÁS TIEMPO

Dentro de mis frutas preferidas, el damasco junto con la sandía ocupan ese sitial de honor. El problema es que la temporada es tan corta, que no alcanzo a disfrutar tanto como quisiera. Con la sandía, bueno nada que hacer... pero el damasco, se puede seguir un truco que ya verás como tú yo del futuro lo agradece.

En mi región, la temporada de damascos comienza a mediados de octubre y dura más o menos hasta noviembre... A veces, las cosas se retrasan o alargan un poco y podemos encontrar damascos en diciembre, pero no es común.

Una forma de conservarlos y disfrutarlos fuera de temporada, es hervirlos con azúcar y una vez frio, congelar en un tupper.

No es necesario cocinar durante mucho tiempo y tampoco hay que agregar agua. La misma azúcar con el líquido de la fruta, serán suficiente... te lo aseguro.

Otra opción sería agregar dátiles a la cocción, para que le dé más dulzor, pero eso es cosa de gustos... también podría ser más azúcar.

Cómo Conservar Damascos

Lo que yo hice fue lo siguiente:

1. En una olla introduje 3 kilos de damascos partidos por la mitad y sin semilla. La piel del damasco es tan finita que prefiero no quitarla, sólo los lavo muy bien.

2. Añadí unas cucharadas bien gordas de azúcar granulada (unos 60 gr), esencia de vainilla y un poco de canela.

3. Tapé la olla y esperé a que soltara el hervor.

4. Cuando la fruta esté blanda y se haya reducido levemente, apagar y dejar enfriar.

5. Finalmente, vaciar a un contenedor cerrado y meter en el congelador.

Más tarde, podrás hacer todo tipo de preparaciones como smoothies, helados, jugos, postres... tan sólo descongela un trozo del concentrado y listo! 🙌


sábado, 6 de febrero de 2021

HELADO DE CAFÉ, COCO Y CAJÚ

Hacía rato que tenía ganas de hacer un helado de café que fuera cremoso y no tipo paleta que lejos sería lo más fácil. El desafío estaba en elaborar algo agradable al paladar y sobre todo con harto gusto a café.

Después de varios intentos y experimentos en estos meses de helados, algo he aprendido sobre la cristalización y cómo evitar, dentro de lo posible, que nos pase en casa.

El alcohol y la miel por ejemplo, son anticongelantes naturales... y así fue como llegué al licor de café, jeje!

Yo utilicé Sheridan’s pero podría ser el que más te guste. En cantidad, fueron unos 20 ml, pero todo dependerá de su graduación... Más alcohol no significa mejor helado. =D

Otra alternativa para acentuar el sabor a café, sería agregar directamente un par de cucharadas de café instantáneo o un shot de espresso. Hay que tener precaución eso sí, de NO introducir mucha agua para no tener efecto hielo.

Lo otro importante, es obtener una base firme que le dé esa consistencia propia de un buen helado.

La castaña de cajú definitivamente fue todo un acierto. Utilicé una sin sal y remojada la noche anterior, aunque no es necesario debido a que es una semilla blanda y no necesita ser activada, pero su textura mejora considerablemente.

Para dar espesor y homogeneidad, ocupé leche de coco en lata que dejé en el refrigerador el día anterior. Esto hace que la fibra (o grasita de esta bebida vegetal) se solidifique y se separe del agua, ocupé solo los restos sólidos y suficiente líquido como para formar el menjunje, nada más. En total, ½ lata de 400 ml.

La consistencia debe ser espesa, aunque la castaña de cajú hizo todo el trabajo.

Helado de Café


INGREDIENTES:
– 1 Taza de castañas de cajú. (Aprox. 200 gr)
– 200 ml de leche de coco en lata.
– Esencia de vainilla.
– 1 Cucharada de miel.
– 20 ml de licor de café.
– Mermelada de frutos rojos.


PREPARACIÓN:
1. Remojar las castañas de cajú en poquita agua. Dejar enfriando la leche de coco el día anterior.

2. Escurrir las castañas y descartar el agua. En una procesadora o vaso de juguera potente, triturar hasta formar una pasta. Ir agregando de a poco los sólidos de coco, esencia de vainilla, licor de café y la cucharada de miel.

3. Batir varias veces hasta que todo esté integrado. Remover con espátula lo que quede pegado en las paredes del vaso, seguir batiendo... La consistencia se irá poniendo cada vez más uniforme.

4. Esto es a elección... pero agregar ½ sobre de mermelada le da un dulzor extra, muy reweno!!

5. Vaciar a un bowl y congelar por 1 hora.

6. Pasado el tiempo, sacar del congelador y remover... Hacer esto tantas veces sea necesario.


sábado, 5 de diciembre de 2020

QUEQUE PLÁTANO MUY BUENO

Cada vez que intento hacer queque de plátano con receta sacada de Internet, no me gusta el resultado. Todos tienen mucho aceite, mucha azúcar... y a decir verdad, quedan más bien apelmazados.

Ahora que ya he perfeccionado la receta y los últimos han salido bastante decentes, creo que puedo dar por superado el desafío y contarte mi experiencia.

El plátano lo trocé chiquitito y lo mezclé aparte con yogur... Después, ese menjunje cremoso lo agregué al batido junto con la harina.

En la mayoría de las preparaciones indican triturar los plátanos junto con la mantequilla, el azúcar y los huevos. Eso según yo hace que la masa quede pesada, compacta y suba poco.

Al agregar los plátanos en trozos, se integran al interior del queque y le da un resultado mejor. Además, después te aparecen los pedacitos de plátano, que es bien weno, jeje!

Queque de Platano


INGREDIENTES:
– 2 Tazas de harina.
– 40 gr de mantequilla.
– 1 Cucharada de polvos de hornear.
– 1 Cucharadita de bicarbonato.
– 3 Cucharadas de azúcar granulada. (Aprox. 60 gr)
– 2 Huevos.
– Esencia de vainilla.
– Ralladura de cáscara de naranja.
– 2 ó 3 Plátanos.
– 1 Yogur natural de 150 gr o del sabor que quieras.
– 1 Cucharada de miel para endulzar el plátano.
– 1 Pizca de nuez moscada.
– 50 gr de coco rallado o más...
– Leche suficiente para formar la masa.


PREPARACIÓN:
1. Enmantequillar y enharinar un molde de 20 cm de diámetro, colocar papel por los costados.

2. Trozar los plátanos, mezclar con el yogur, la miel y reservar.

3. En un vaso de juguera, batir mantequilla, azúcar, bastante ralladura de naranja, esencia de vainilla y nuez moscada, debe quedar cremoso.

4. Añadir los huevos de a uno y el bicarbonato. Batir lo suficiente hasta que esponje... Verás que el líquido tiene una espuma y que sube ligeramente de volumen.

5. Pasar todo a un bowl, agregar la harina cernida, los plátanos con yogur y el coco rallado. Revolver con paciencia, de a poco, terminar todo con una cucharada de polvos de hornear.

6. Vaciar a un molde y cocinar a fuego medio por aproximadamente 1 hora o hasta que se dore por completo.


jueves, 19 de noviembre de 2020

MARAVILLA DE AVELLANA

Otra alternativa que podría aportar esa consistencia cremosa a nuestro helado sin agregar grasa extra, serían los frutos secos.

Uno de mis preferidos es la avellana, combina tan bien con todo lo que se le ponga por delante: chocolate, café, leche, coco, miel... que fue la primera que lancé al redil.

La avellana que encontré es una gordota, que ya viene tostada, pelada y es bastante costosa, alrededor de 2 lucas los 100 gr. Yo ocupé 200... Aunque a decir verdad, fui un tanto exagerada con la cantidad y puede que con menos quede igual de bien, pero no aseguro la cremosidad.

Con 200 gr la consistencia queda tan firme que me permitió incluso agregar más fruta, este es el resultado:

Helado de Avellanas

Fabricar helados en base a avellana, es definitivamente mucho mejor que hacerlos con plátano o semilla de lino, la consistencia es cremosa y su sabor incluso así sin agregarle nada más, sería un helado magnifico.

Igualmente, lo complementé con yogur, dátiles, un chorrito de esencia de vainilla y después de mucho machacar y forzar la juguera, terminé con una crema untosa muy apetecible que dejé en el congelador. Después de revolver y congelar un par de veces, agregué las frutillas y medio sobre de mermelada que dejó este helado francamente exquisito.


HELADO BASE DE AVELLANAS:
– 1 Taza colmada de avellanas. (Aprox. 200 gr)
– 12 Dátiles remojados.
– 2 Yogur Protein+ sabor frutilla. (155 gr c/u)
– Esencia de vainilla.
– 1 Paquete de frutillas. (500 gr)
– Mermelada de frutilla.


PREPARACIÓN:
1. Remojar los dátiles de un día para otro, agregar poquita agua.

2. Vaciar las avellanas en un vaso de juguera o procesadora y triturar hasta formar una pasta.

3. Agregar los dátiles, yogur, esencia de vainilla y seguir batiendo a velocidad alta. Remover con la espátula los restos que queden pegados en las paredes del vaso para que tenga una consistencia homogénea. Vaciar a un bowl y congelar.

4. Pasado 1 hora, sacar del congelador y batir. El menjunje estará muy espeso y parecerá una manteca... hacer esto un par de veces más.

5. Agregar la fruta congelada y el medio sobre de mermelada, triturar todo muy bien y volver a congelar.

6. Cada tanto, revolver el helado para obtener una mejor consistencia.


Cosas que aprendí en este tiempo de helados.

– Una máquina procesadora es la mejor opción para triturar los ingredientes, en especial los frutos secos.

– Entre más líquido, más congelado.

– El azúcar y la grasa impiden que el helado se endurezca. Una opción saludable, es la miel y la lecitina pero hay que agregar poco debido a su fuerte sabor.

– Un yogur alto en proteínas ayuda a dar firmeza al helado y viene a reemplazar yemas y crema.


lunes, 9 de noviembre de 2020

EXPERIMENTO CON LINAZA

Una de las cosas importantes que veo necesitan los helados para ser cremosos, es algún tipo de grasa... ya sea a través de frutos secos, leches o aceites.

La linaza es una semilla que se espesa mucho después de estar en remojo... se transforma en una sustancia gelatinosa muy buena para nuestro intestino. Sin embargo, si no la trituramos antes de consumir, se estarían desaprovechando parte de sus beneficios.

Entonces, que pasará si molemos la semilla y la transformamos en helado?? Porque además de servir como base, estaríamos comiendo algo que le hace bien a nuestro organismo.

Experimento con Linaza


Luego de 3 días de experimentar, podría decir que la linaza SI FUINCIONA como base para hacer helados. Hay que ocupar por lo menos 1/3 de taza de semilla remojada, para que sea suficiente gel y se forme un helado cremoso. Mira cómo quedó:

Estudio del Helado


HELADO BASE DE LINAZA:
– ⅓ Taza de semilla de linaza.
– 2 Yogur Protein+ sabor frutilla. (155 gr c/u)
– 70 gr de coco rallado.
– 1 Cucharadita de lecitina de soja.
– 1 Cucharada de miel.
– ½ Paquete de frutos rojos congelados. (Aprox. 200 gr)


PREPARACIÓN:
1. Remojar la linaza de un día para otro, agregar muy poca agua que quede una gelatina consistente.

2. Batir con algo potente (procesador o juguera) hasta que se triture bien la semilla.

3. Agregar el yogur, coco rallado y lecitina, que todos los ingredientes queden bien integrados.

4. Vaciar a un bowl y congelar. Agregar la fruta, miel y batir hasta que esté todo completamente molido.

5. Cada tanto remover un poco y volver a congelar... cuando consideremos suficiente dejar hasta el otro día.

Helado de Linaza

Moler la linaza fue todo un desafío, primero lo intenté con minipimer, pero al estar la semilla húmeda se pone escurridiza y las aspas diminutas no pueden molerla.

La segunda opción fue la juguera. Al principio, las semillas giran como una gran masa compacta pero de a poco van soltando y se comienzan a moler. Esto se nota porque se ven dos colores, el café de la cáscara y otro beige de la semilla interior.

Hay que batir varias veces con velocidad alta, si es con procesadora mucho mejor.

Luego, agregar el yogur alto en proteína y el coco rallado. La lecitina actúa como espesante y ayuda a mantener todo en su lugar. Se supone que existe una lecitina de soja especial para cocina que se utiliza para hacer espumas y cosas creativas, y sería diferente a la que venden en tiendas naturistas.

Yo utilicé la que estaba a mi alcance, un polvo amarillo con un aroma particular. Agregué una cucharadita pequeña... No habría agregado más porque su sabor es un tanto invasivo, aunque no desagradable. Quizás para algunos pueda ser chocante, es cosa de gustos. Lecitina de Soja

Cuando esté todo bien integrado, vaciar a un bowl y congelar por 1 hora.

El siguiente paso es agregar los frutos rojos y la miel. Es importante que la fruta quede bien molida, esto le dará sabor y humedad. La mezcla se pondrá espesa pero hay que resistir la tentación de agregar líquido extra y batir con fuerza.

Por supuesto, no es un helado grosero que le chorrea el azúcar y la grasa por todos lados. Es más bien una golosina light que se puede comer sin culpa.... pero si quieres algo más goloso, se podría agregar mermelada con sabor a frutos rojos, revolver otro poco y dejar enfriar toda la noche. Al otro día el helado estará maravilloso!!


martes, 3 de noviembre de 2020

ESTUDIO DEL HELADO

Como algo elaborado por nosotros siempre será mucho mejor que comprado. Me puse en la tarea de aprender a hacer helados saludables, sin tanto químico y sobre todo, sin tanta caloría culposa... Más ahora que me muevo menos con esto del encierro voluntario.

Experiencias

Cuando era chica, recuerdo haber tenido unas cubeteras para hacer helados de paleta, ahí mezclaba agua con cualquier jugo en polvo. Algunas veces, me ponía más sofisticada y mezclaba Cola Cao con leche. Quedaban aceptables para lo cabra chica que era y saciaban ese instinto por lo dulce.

Ahora con algo más de experiencia, la idea es elaborar un helado que se parezca un poco a los que venden en heladerías. Por supuesto, con una máquina para helados, todo sería mucho más fácil... y la vara que me impuse es bien alta... pero bueno algo saldrá de todo esto, o no?

La mayoría de las recetas que encontré para hacer helados cremosos, llevan kilos de leche condensada, crema chantilly, leche evaporada o grasa de algún tipo... incluso huevo vi que le echaban por ahí en algún video.

Por lo tanto, la pregunta sería cómo hago un helado decente sin tanta caloría? Eeh?? Revés


La primera opción fue el plátano. Hay varias recetas que pululan en la red que lo añaden como ingrediente base y a partir de ahí, agregan lo que sea... otras frutas, yogur, chocolate, coco, mermelada, etc. Hay que tener la precaución de trozar varios plátanos y congelar el día anterior. Luego, batir bien hasta tener una consistencia cremosa.

Frutas con más agua no darían esa textura similar a crema, quizás duraznos, damascos o mangos... pero igual habría que hincarle la cuchara con fuerza para sacar un bloque de hielo.

El primer intento de helado que hice, lo batí con juguera. Congelé 3 plátanos y para darle más enjundia y otro sabor que no fuera plátano, mezclé ½ paquete de frutos rojos... Como no tenía idea de la consistencia que debía tener y las aspas del vaso no daban vueltas, se me ocurrió la mala idea de agregar leche... Terminé con un smoothie bien batido que nunca fue helado. Paf!!

Si tu juguera tiene poca fuerza, es mejor ir de a poco moliendo con paciencia, sin agregar líquido extra porque entre menos agua tenga, más cremoso queda. Al final, la mejor opción fue triturar todo con minipimer, ahí el menjunje quedó perfecto.

Estudio del Helado


HELADO BASE DE PLATANO:
– 3 Plátanos.
– 2 Yogur Protein+ sabor maracuyá. (155 gr c/u)
– ½ Paquete de pulpa de maracuyá. (Aprox. 250 gr)
– 7 Dátiles, o más si quieres... también se podrían trozar y agregar después de batido.


PREPARACIÓN:
1. Congelar de un día para otro el plátano trozado y remojar los dátiles.

2. Batir con minipimer hasta formar una pasta, moler todo muy bien, añadir el yogur y finalmente los dátiles remojados y escurridos.

3. Congelar por 1 hora y batir... Hacer esto tantas veces como sea necesario.


Una cosa con lo que hay que lidiar cada vez que fabricamos helado, es con la cristalización que transforma nuestro maravilloso experimento, en un enorme bloque de hielo.

Es bien difícil evitar que pase sin agregar aditivos. Una forma sería enfriando rápido y batiendo mucho, que al fin de cuentas es lo que hacen las máquinas para helados.

Este por ejemplo, me mantuvo entretenida toda la tarde, preocupándome cada tanto y cuidando de él. Por supuesto, siempre se puede engullir como sopa dulce pero yo quería algo consistente, con pinta a helado... por lo que tuve que ser paciente.

A medida que pasan las horas, la consistencia de la mezcla cambia y se pone cada vez más densa. Ahí paré y lo dejé sin molestar toda la noche para que se transformara en helado.


domingo, 6 de septiembre de 2020

TALENTOS ROTOS

Esta entrada la tenía programada para un par de meses más, pero debido a los acontecimientos ocurridos esta semana, me vi en la obligación de adelantar y replantear.

Talentos Rotos

En ella hablaba del increíble trabajo de Kristýna Kvapilová, una fotógrafa de origen Checo dedicada a la fotografía perruna.

Como buena viajera realizó sesiones en locaciones increíbles, fotografió a particulares en bodas, competencias caninas, organizó workshop y retrató hasta el infinito a sus bellos perros Woody y Charlie.

Talentos Rotos


Su fotografía derrocha disciplina y perfección, transmite esa pasión que se nota cuando haces lo que te gusta.

Talentos Rotos


Talentos Rotos


Talentos Rotos


Sin embargo, de un momento a otro todo cambió... intentando llevar la fotografía aún más allá, su pie resbaló de una roca y otra historia estamos contando ahora.

Talentos Rotos


Durante mi período de ciclista, también corrí riesgos que pude haber evitado... Bajé cuestas a toda velocidad, me afirmé de acoplados y aproveché el vacío que producían autos y camiones para llegar más rápido a cualquier lado... Hoy, la Ruta 5 ahora Autopista Central, se encuentra llena de barreras y mallas que no permiten el paso de carretas, ciclistas o potenciales suicidas.

Afortunadamente tuve la suerte de sacarle el jugo a esa ruta. Me gustaba o más bien no tenía conciencia si existían consecuencias. Muchas veces me pasé cruces o pinché una rueda en plena bajada. Hice equilibrio en esquinas esperando el semáforo o giré sin avisar.

En ese entonces los ciclistas eramos pocos. No habían ciclovías, no existían reglas... salvo las inventadas por nosotros. No habían cascos o chalecos amarillos. Sólo nuestra habilidad y destreza frente a lo que se pusiera por delante.

Durante las competencias, chocábamos manubrios en embalajes y jugábamos con los compañeros de entrenamiento, frenándole la rueda trasera con la nuestra... Hoy con la distancia del tiempo, pienso que quizás esos riesgos fueron innecesarios y que con mucha menos suerte, habría salido algo más perjudicada que un par de contusiones de costilla o un diente quebrado.

No hace muchos años, el Tour de Francia hacia firmar contratos a todo aquel que osara competir sin casco, quitándole así toda responsabilidad a la organización. Para los ciclistas era una tradición no usarlo, un testimonio de su calidad profesional y a decir verdad a ese nivel de competencia, hasta el casco pesa cuando llevas 200 kilómetros y varias subidas a cuesta, cada día.

Hoy, la tecnología ha hecho obligatorio el uso de casco en competencia pero aún así siguen habiendo consecuencias fatales. Hace unos días se conoció el caso de un ciclista Holandés que quedó con 130 puntos en su rostro y una larga rehabilitación debido al arrebato de un compatriota que lo empujó en pleno sprint.

Al fin y al cabo, no existe regla, ordenanza o destino que impida que hagamos lo que nos apasiona... Y aunque tomemos precauciones, igual correremos riesgos o cometeremos errores, algunas veces con trágicas consecuencias.

Si quieres ver más de su arte, pincha AQUÍ


viernes, 21 de agosto de 2020

Mrs. Maisel

Imagino que para muchos no será ninguna novedad, sobre todo porque “The Marvelous Mrs. Maisel” ya va por su tercera temporada, pero acabo de conocer esta fantástica serie y se transformó inmediatamente en una de mis favoritas.

Mrs. Maisel

Llegué por pura curiosidad, cuando supe que Adrian Monk sería parte del elenco... y es que nunca he visto a Tony Shalhoub en otro papel que no sea Monk... y después de ocho temporadas como el detective lleno de tics y mañas, necesitaba saber si Monk podía dejar de ser... bueno, Monk!

Mrs. Maisel

Pero lo que vi fue mucho más que una serie de época, una SERIASA con una trama que te envuelve y teletransporta a tal punto de perder toda noción del tiempo. Simplemente la amé... amé a Midge, sufrí con sus desventuras y me enojé con sus injusticias.

La historia comienza con su protagonista Miriam Maisel, una perfecta mujer de mediados del siglo XX, que ya a sus 26 años ha cumplido con todo lo que la sociedad le exige... casarse, tener hijos, un título universitario que no le sirve para nada y un departamento enorme en un sector residencial, al lado de su padres. Nada podría salir mal...!! Hasta que todo se derrumba y comienza un viaje de descubrimiento personal que la lleva a ser la reina del Stand-up.

Aquí la serie nos presenta un tema que perfectamente podría extrapolarse a una mujer del siglo XXI... porque aún se le carga la mata a la que no desea tener hijos, no quiere casarse o tiene un empleo poco convencional.

Si llegas a pisar un cayo aunque sea pequeño, te lo hacen saber... Si llegas a alzar la voz, eres castigada... Si optas por algo diferente, eres tratada como loca o deficiente mental. Aún debemos abrirnos paso a trastabillones, sangrando si es necesario... y esta serie representa muy bien lo que eso significa.

Mrs. Maisel

Mención aparte merece la ambientación, el hermoso trabajo de vestuario y esas pequeñas pinceladas musicales, que evocan a películas de antaño. Totalmente recomendada!!

Perrito divertido