Hacía rato que tenía ganas de hacer un helado de café que fuera cremoso y no tipo paleta que lejos sería lo más fácil. El desafío estaba en elaborar algo agradable al paladar y sobre todo con harto gusto a café.
Después de varios intentos y experimentos en estos meses de helados, algo he aprendido sobre la cristalización y cómo evitar, dentro de lo posible, que nos pase en casa.
El alcohol y la miel por ejemplo, son anticongelantes naturales... y así fue como llegué al licor de café, jeje!
Yo utilicé Sheridan’s pero podría ser el que más te guste. En cantidad, fueron unos 20 ml, pero todo dependerá de su graduación... Más alcohol no significa mejor helado. =D
Otra alternativa para acentuar el sabor a café, sería agregar directamente un par de cucharadas de café instantáneo o un shot de espresso. Hay que tener precaución eso sí, de NO introducir mucha agua para no tener efecto hielo.
Lo otro importante, es obtener una base firme que le dé esa consistencia propia de un buen helado.
La castaña de cajú definitivamente fue todo un acierto. Utilicé una sin sal y remojada la noche anterior, aunque no es necesario debido a que es una semilla blanda y no necesita ser activada, pero su textura mejora considerablemente.
Para dar espesor y homogeneidad, ocupé leche de coco en lata que dejé en el refrigerador el día anterior. Esto hace que la fibra (o grasita de esta bebida vegetal) se solidifique y se separe del agua, ocupé solo los restos sólidos y suficiente líquido como para formar el menjunje, nada más. En total, ½ lata de 400 ml.
La consistencia debe ser espesa, aunque la castaña de cajú hizo todo el trabajo.
INGREDIENTES:
– 1 Taza de castañas de cajú. (Aprox. 200 gr)
– 200 ml de leche de coco en lata.
– Esencia de vainilla.
– 1 Cucharada de miel.
– 20 ml de licor de café.
– Mermelada de frutos rojos.
PREPARACIÓN:
1. Remojar las castañas de cajú en poquita agua. Dejar enfriando la leche de coco el día anterior.
2. Escurrir las castañas y descartar el agua. En una procesadora o vaso de juguera potente, triturar hasta formar una pasta. Ir agregando de a poco los sólidos de coco, esencia de vainilla, licor de café y la cucharada de miel.
3. Batir varias veces hasta que todo esté integrado. Remover con espátula lo que quede pegado en las paredes del vaso, seguir batiendo... La consistencia se irá poniendo cada vez más uniforme.
4. Esto es a elección... pero agregar ½ sobre de mermelada le da un dulzor extra, muy reweno!!
5. Vaciar a un bowl y congelar por 1 hora.
6. Pasado el tiempo, sacar del congelador y remover... Hacer esto tantas veces sea necesario.
Después de varios intentos y experimentos en estos meses de helados, algo he aprendido sobre la cristalización y cómo evitar, dentro de lo posible, que nos pase en casa.
El alcohol y la miel por ejemplo, son anticongelantes naturales... y así fue como llegué al licor de café, jeje!
Yo utilicé Sheridan’s pero podría ser el que más te guste. En cantidad, fueron unos 20 ml, pero todo dependerá de su graduación... Más alcohol no significa mejor helado. =D
Otra alternativa para acentuar el sabor a café, sería agregar directamente un par de cucharadas de café instantáneo o un shot de espresso. Hay que tener precaución eso sí, de NO introducir mucha agua para no tener efecto hielo.
Lo otro importante, es obtener una base firme que le dé esa consistencia propia de un buen helado.
La castaña de cajú definitivamente fue todo un acierto. Utilicé una sin sal y remojada la noche anterior, aunque no es necesario debido a que es una semilla blanda y no necesita ser activada, pero su textura mejora considerablemente.
Para dar espesor y homogeneidad, ocupé leche de coco en lata que dejé en el refrigerador el día anterior. Esto hace que la fibra (o grasita de esta bebida vegetal) se solidifique y se separe del agua, ocupé solo los restos sólidos y suficiente líquido como para formar el menjunje, nada más. En total, ½ lata de 400 ml.
La consistencia debe ser espesa, aunque la castaña de cajú hizo todo el trabajo.
INGREDIENTES:
– 1 Taza de castañas de cajú. (Aprox. 200 gr)
– 200 ml de leche de coco en lata.
– Esencia de vainilla.
– 1 Cucharada de miel.
– 20 ml de licor de café.
– Mermelada de frutos rojos.
PREPARACIÓN:
1. Remojar las castañas de cajú en poquita agua. Dejar enfriando la leche de coco el día anterior.
2. Escurrir las castañas y descartar el agua. En una procesadora o vaso de juguera potente, triturar hasta formar una pasta. Ir agregando de a poco los sólidos de coco, esencia de vainilla, licor de café y la cucharada de miel.
3. Batir varias veces hasta que todo esté integrado. Remover con espátula lo que quede pegado en las paredes del vaso, seguir batiendo... La consistencia se irá poniendo cada vez más uniforme.
4. Esto es a elección... pero agregar ½ sobre de mermelada le da un dulzor extra, muy reweno!!
5. Vaciar a un bowl y congelar por 1 hora.
6. Pasado el tiempo, sacar del congelador y remover... Hacer esto tantas veces sea necesario.
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