viernes, 23 de junio de 2023

Sobre el archivo de álbumes de Google

Mis blogs son tan antiguos, que aún utilizo el archivo de álbumes (ex Picasa) para administrar mis fotos.

Para mí, seguía siendo "Picasa" porque si en la URL ponía “picasaweb.com” me redirigía a “get.google.com/albumarchive”. Ahí aparecían las imágenes del blog, de los perfiles y una que otra carpeta de unos 8 mil años con fotos de paisajes, gatitos y tal.

En ese tiempo, con Picasa se podían ordenar las fotos como te diera la gana, agregar comentarios, eliminar, compartir o incluso, sincronizar desde el computador con un programa para editar imágenes que tenía unos efectos bastante decentes.

El 2016, Picasa cerró y Google decidió que todas las imágenes se administrarían en un solo lugar. Era una buena idea tener una especie de "central de fotos y videos", pero con este aviso, que el archivo de álbumes deja de estar disponible, queda claro que sigue siendo tan volátil como siempre y ahora cada servicio administrará su información en forma separada.

Debo confesar, que nunca me acostumbré a Google Fotos, nunca he subido nada ahí, porque me parecía que el archivo de álbumes era más seguro para guardar las imágenes y que allí jamás se perdería la información... Cosas de Internet


Archivo de álbumes


En Drive o el propio Google Fotos, la información se borra si no utilizas la cuenta en dos años. Eso lo anunció poco después de cerrar Google+. La red social que intentó competir con Facebook y aunque tenía un número importante de adeptos, no le tembló la mano para bajar la cortina en forma definitiva.

Personalmente, algo usaba Google+. Compartí una que otra foto y traté de dar visibilidad a mis blogs, pero tampoco logró engancharme lo suficiente como para dolerme su cierre.

Ahora, por primera vez me siento afectada. Si bien el archivo de álbumes nunca fue tan flexible como Picasa, me era bastante útil para administrar las fotos del blog, ver las miniaturas, cantidad de fotos, peso, tamaños, borrar si era necesario...

Ya había notado algunos cambios a principios del 2022. Cuando se creó sin aviso una nueva carpeta para las imágenes y estas tenían una URL diferente "googleusercontent, bla, bla..." La antigua carpeta, se siguió viendo, pero no se podía hacer gran cosa, salvo borrar o ver qué había allí.

Luego, hace más o menos un mes, desaparecieron esas carpetas de fotos con paisajes y sólo quedaron las asociadas con algún servicio de Google. A decir verdad, tampoco me importó mucho. No eran imágenes importantes o personales.

Ahora, en configuración, existe un "contenido multimedia del blog". Allí aparecen todas las imágenes, pero esa carpeta viejita, que tiene más de 15 años, no está muuuuy disponible qué digamos.

Por el momento, las entradas no se han visto afectadas y espero de todo corazón, que la comunidad Blogger no sea la siguiente en extinguirse. Un recuerdo más, que aunque seamos obreros ad honorem de Google, en cualquier momento nos dan de baja por "necesidad de la empresa".

Me gusta la idea de tener blog, me parece un entorno más íntimo, se respira buena onda y en general, la comunidad te acoge bastante bien. Si eres más bien solitario, pues escribes, te expresas, dejas plasmadas tus dudas, inquietudes y todo lo que se te ocurra.

No hay "trolls" o por lo menos, no los conozco... porque si no comentas, simplemente pasan de ti. La ley del te comento, tú me comentas, te sigo, tú me sigues... y está bien.

Me siento en plena libertad de hacer lo que se me antoje en mi espacio personal... y lo que en un principio fue contar, o más bien, reclamar sobre cualquier cosa. Con el paso del tiempo, se ha transformado en un medio de expresión y aprendizaje. Aquí dejo información que quiero tener a mano, mi música, mis acordes, mis experiencias o datos que no quiero olvidar.

A fin de cuentas, esa siempre fue la idea de tener un blog.


Archivo de álbumes


domingo, 18 de junio de 2023

CAVILACIONES SOBRE MODELOS DE LENGUAJE

Cavilaciones sobre las IA

Creo que a estas alturas, todos conocen que es ChatGPT. El modelo de lenguaje creado por OpenAI, que en estos meses que lleva en línea, tiene a todo el mundo asombrado, fascinado o de plano asustado.

Hace poco me entró la curiosidad por saber qué era “eso” de lo que todos hablaban. Ingresé a la página, les regalé mi correo, mi número de teléfono y comenzamos a jugar.

De inmediato me maravilló la habilidad para sostener una conversación tan fluida y natural. Mi primer pensamiento, fue el que seguro todos tuvieron en su momento. Que al otro lado había un ser humano mal pagado contestando mis preguntas.

Me imaginé un enorme edificio con cubículos de 1 x 1 mt. donde vivía gente las 24 horas del día, sin moverse ni siquiera al baño, mantenidos con un plato de arroz.

Por fortuna, para los humanos que imaginé, pronto salí de mi error. Sobre todo, porque comenzaba a notar ciertas incongruencias. Solicitudes cortadas, respuestas que no eran precisamente lo que buscaba o derechamente inventadas... ¡Eso me gusto! Pensé, esta máquina se parece a mí. XD

Me encantó su trato amable y que pudiera resolver dudas de acuerdo a mis necesidades. También hacía falta que yo aprendiera a comunicarme con este modelo computacional, y así fue como aprendí un silabario tipo prekínder de "prompts”. Una especie de palabras claves o “inputs” que mejoran nuestro entendimiento y potencian sus habilidades.

Como buen autista que soy, congeniamos a las mil maravillas, y lo que al principio eran respuestas vagas y generales, comenzaron a transformarse en guía 24/7 para diferentes aspectos de mi creatividad.

Obtuve consejos para aumentar la productividad, lidiar con el perfeccionismo, un terapeuta y hasta un intérprete de sueños. Le pedía información sobre el tema de interés, me daba pautas, consejos. Yo me los llevaba y los estudiaba con información extra proveniente de "San Google".

Estos últimos meses, ha sido como volver a la escuela. Recibo tareas e intento ser un alumno aplicado. Vuelvo con más tema y recibo como respuesta más tarea, y así...

Si me preguntan qué conclusión saco sobre esta experiencia, diría que podría ser una forma de estudio tanto para grandes como para chicos. Un sistema educativo personalizado para todo el que tenga deseos de aprender.

Por supuesto, la guía humana siempre será necesaria. La gran gracia de nuestro cerebro es que tenemos el pensamiento abstracto.

Los modelos con tecnología GPT, tienen una especie de pensamiento lineal. No son capaces de echarse hacia atrás y ver el contexto general. Es como entrenar un loro, repiten la información que se les entrega. Una enorme cantidad de datos, creada por seres humanos y extraída de la gran Internet.

Por ejemplo, el otro día, conversé con la nueva joya de Microsoft, "Bing Chat", que en su “modo creativo” es como hablar con un adolescente con exceso de azúcar. 😁😁😁

Le pedí que inventara una historia para mí... Desde el punto de vista general, el relato era entretenido, atrapante, dinámico y sumamente visual. Al analizarlo en detalle, tenía inconsistencias que "Bing" no fue capaz de ver.

Mencioné que había una parte de la trama que se repetía y que no tenía sentido. Terminó encontrándome razón, pero sólo porque analizó la línea de una manera textual y vio algo que yo no. Una frase que se repetía “a la pata de la letra”... pero no pudo comprender que era el contexto general de la historia y no sólo la frase.

En definitiva, uno puede maravillarse con este tipo de tecnología generativa, que de seguro las veremos inmersas en todo tipo de aplicaciones. Buscadores, navegadores, procesadores de texto, editores de imágenes, y puede que incluso quizás, hasta en redes sociales... ¿Por qué no?


jueves, 1 de junio de 2023

PALETAS DE MEMBRILLO

Paletas de Membrillo

Aunque la temporada de membrillo está llegando a su fin, aún se pueden encontrar en algunas tiendas o mercados.

Es un fruto que me gusta bastante, incluso comerlo así sin más. Cuando iba al colegio, había compañeras que le echaban sal. A mis ojos era una excentricidad y cuando lo probé, lo encontré bastante malo a decir verdad. Así que, para no ser menos yo le agregaba azúcar. Jaja! Revés

Ahora, un poco más sofisticada, trocé la fruta y la eché a una cacerola con un poco de agua y azúcar. El resultado fue magnífico así como postre.

El helado vino después, batiendo en la juguera un poco de esta fruta cocida y sin agregar nada más, vacié a unos moldes de paleta y listo! 🙌

Es una mezcla tan espesa que se pueden hacer hasta dibujos con ella... XD

Paletas de Membrillo

INGREDIENTES:
– 6 Membrillos medianos.
– ¾ Taza de azúcar granulada aproximadamente... o más si quieres.
– 1 Pizca de canela molida.


PREPARACIÓN:
1. En una cacerola, hervir los membrillos trozados, sin pepas ni cuesco, con azúcar y un poco de agua hasta que se ablanden bien. Apagar el fuego y dejar que se enfríe.

2. En un vaso de juguera o minipimer, batir esta mezcla por unos minutos. La consistencia se espesa un motón... Creo que al ser una fruta carnosa, se presta muy bien para hacer helados de paleta sin quebrarse la cabeza o los dientes, jeje!

3. Vaciar el menjunje a unos moldes, colocar el palito, etc, etc... y dejar en el congelador idealmente de un día para otro o toda la noche.

¡Es algo simple y realmente rico! 🙂

Paletas de Membrillo


viernes, 19 de mayo de 2023

LAS AVENTURAS DE UN PERRO SIN OLFATO

Relatos Perrunos

Petizo había sido el más joven de la camada, pero eso no impedía demostrarle a sus hermanos quién mandaba, abriéndose paso en el lugar más cálido al lado de su madre o poniendo sus patitas sobre alguno de sus hermanos que, tras una dura pelea, había intentado atacarlo por el pescuezo.

A medida que los días pasaban, fueron desapareciendo algunos de sus hermanos, pero eso estaba bien para él porque ahora había más espacio en el regazo de su madre y podía recorrer a sus anchas el pequeño patio donde vivía. Le encantaba sentir el pasto bajo sus patitas y perseguir uno que otro insecto.

Allá afuera había un mundo por descubrir y eso él lo sabía muy bien. De la calle llegaban todo tipo de sonidos como risas de niños, ruidos de motores, murmullos de agua y cantos de pájaros.

Todo era tan nuevo y desafiante, salvo por un inconveniente, su nariz. Todos esos aromas que se mezclaban entre sí, a ratos lo hacían sentir bastante agobiado.

Ya había experimentado el olor de sus hermanos y de la cálida leche que ahora podía tomar a destajo junto al único de sus hermanos que quedaba. Con él practicaba la lucha cuerpo a cuerpo y aunque intentaba ser el jefe, solía ganarle en los combates. Sobre todo, porque Petizo se distraía con algún aroma en el momento más fulminante de la pelea.

Demostraba su malestar con algún que otro gruñido y Max, su hermano mayor, se alejaba al instante.

“¡Petizo! ¿Por qué eres tan cascarrabias? Sólo es un juego. No tienes que ganar todo el tiempo”.

“Es que estos aromas que llegan del exterior no me dejan ni dormir. Siento que ya he olido todo lo que puede existir. El aroma de la hierba después de un día de lluvia, el olor de las lombrices que viven en la tierra y de las hojas que caen sobre el césped. El olor a humano... ¡Uuff! Son tan hediondos, es insoportable”.

Y aunque Max intentaba hacerlo entrar en razón y demostrarle lo hermoso de cada aroma, Petizo se negaba.

“Mira, aquí hay un bote de metal lleno de olores interesantes ¡Mmmmmmm...! Macarrones con queso, una tostada con algo de mermelada y un trozo de jamón de varios días”. Decía Max, mientras escarbaba la basura y lo engullía todo.

Petizo se echaba para atrás y alejaba su nariz. Tantos aromas le revolvían el estómago. No entendía cómo su hermano era capaz de enterrarse de cabeza dentro de toda esa porquería.

Había visto hacer lo mismo a su madre. "¿Será que es lo que hacen todos los perros cuando crecen? ¡Yo no quiero ser un perro como todos! ¡Desearía dejar de oler por un rato!”.


Un día, les pusieron a todos una correa y los llevaron a pasear por el vecindario. Su hermano levantaba su pequeña nariz y disfrutaba del paisaje. Los sonidos, los aromas, los niños que corrían con una pelota o jugaban con su perro.

Una vez que llegaron a un sector más amplio lleno de árboles, asientos, humanos y otros perros, soltaron sus correas para que pudieran correr libres.

Mientras su madre daba unos mordiscos cariñosos a Max, corría y se revolcaba en el pasto, Petizo se quedó ahí sentado. Abrumado por todos aquellos olores que se introducían en su nariz.

Vio como sus cuidadores se sentaban en un escaño y decidió que era el momento de tomar un descanso de todo ese agobio sensorial.

Fue en busca de refugio cerca de un árbol que tenía un pequeño hueco donde se podía percibir el aroma de un extraño animal que él no conocía.

Arrugando un poco la nariz por el fuerte aroma a corteza, tierra y hojas. Metió su pequeño hocico por el orificio para saber qué había en su interior.

De pronto, una pequeña ardilla, le punza la nariz con una rama repetidas veces. Parecía muy enfadada por la intromisión.

Pero como la curiosidad era más fuerte, Petizo se armó de valor y continuó pese a los alegatos hostiles del habitante del interior del árbol. Olfateó otro poco y se tocó con sus patitas la nariz algo adolorida por tanto golpe con la rama.

La ardilla, aún con los brazos en jarra y sin soltar su arma, ordenó a Petizo que sacara la nariz de donde no le llamaban. Petizo la vio tan enojada que decidió retroceder y mejor entablar una conversación con aquella criatura para saciar su curiosidad“.

¡No te enfades conmigo! Sólo quiero saber quién eres y ¿porque vives en este tronco tan maloliente?”. Mientras lo decía, se sobaba la nariz con una pata.

La ardilla bajó los brazos y notó que el cachorro algo tenía además de curiosidad. Ya lo había golpeado lo suficiente y parecía ser inofensivo. “¡Hey, amiguito! ¿Por qué tienes ese aspecto tan apesadumbrado?”.

“¡Es que estoy harto de oler todo el tiempo!” Exclamó Petizo. “Todos esos aromas que se mezclan, se dividen y se vuelven a mezclar en una sinfonía infernal. ¡Desearía no volver a sentir un aroma nunca más!”.

“¡Aaaahh, ya veo!” Dijo la ardilla. “Has venido al lugar indicado. Este tronco es mi hogar. Llevo mucho tiempo viviendo aquí y nunca había recibido una petición como la tuya. Mira, te concederé un deseo. Pero ten cuidado con lo que pides”. Le dijo mirándolo muy seriamente.

Ilusionado Petizo cerró los ojos y pidió con todas sus fuerzas no sentir un aroma nunca más.

De pronto, las hojas se elevaron unos centímetros del suelo y giraron alrededor de él como en un pequeño torbellino que lo llenó de polvo. Cuando las hojas y la tierra se hubieron asentado, Petizo abrió los ojos y con asombro pudo comprobar que ya no sentía ningún aroma.

Miró a su alrededor y la ardilla que hace unos instantes se encontraba frente a él había desaparecido.

Muy contento retrocedió y tropezó de inmediato con sus patas. Había perdido el rastro de donde venía.


Avanzó muy despacio por el sendero dando unos ladridos muy agudos que alertaron a su madre.

Max venía masticando un palo que encontró en el camino. Estiró una de sus patas para empujar a Petizo pero éste no estaba de humor para juegos. Aun no entendía muy bien lo que había sucedido y aunque estaba aliviado de ver caras conocidas se sentía algo extraño.

En ese momento, llegaron los humanos a poner orden a tanto alboroto y correa en mano volvieron todos a casa.

Una vez en el patio y menos conmocionado, Petizo comenzó a disfrutar su nueva vida sin olores. Veía la cerca y ya no sentía el olor a rancio de la madera pintada. Veía a su hermano marcar las esquinas de la casa y no le llegaba ninguna información. Podía enterrar la nariz en el barro o en el cubo de basura y no sentirse abrumado o asqueado.

Corría por el patio en círculos con la lengua afuera y las orejas al viento y aunque el aire le golpeaba la cara, no lograba percibir ningún aroma... Ni a hojas, ni a comida proveniente de la casa vecina, ni a los perros que pasaban por la cerca a presentar sus respetos. Los humanos ahora olían todos igual. Era fantástico, pero a la vez se seguía sintiendo extraño.

Por unos días todo transcurrió feliz hasta que comenzaron los problemas.

Empezó a sentir miedo de salir al exterior porque no podía reconocer el rastro de vuelta o distinguir si aquella pelota era de él o de su hermano, pero prefirió guardar el secreto.

Sus tripas sonaban y le dolía el estómago de hambre, pero como no podía distinguir si su cuenco tenía tierra o comida, buscaba cosas que crujieran para tener la sensación de alimento, como pequeñas piedras o ramitas.

Había perdido en todos los juegos de “enterrar el hueso” y Max triunfante roía cada día un hueso nuevo, mientras él se conformaba con masticar bolsas o un trapo viejo.

De a poco Petizo se dio cuenta que no tener olfato no era tan buena idea como pensaba y ya no tenía ganas de comer. Miraba el cuenco que su hermano comía atropelladamente y no sentía deseos de meter la nariz en aquella comida sosa y aburrida.

Al ir de paseo por el barrio, los cercos y neumáticos no le entregaban ninguna información de quién había pasado por allí. Hasta levantar la pata se había vuelto aburrido porque no podía distinguir su propio aroma.

En el parque, prefería quedarse muy cerquita de sus cuidadores por miedo a no verlos nunca más. Trataba de agudizar sus otros sentidos, pero a decir verdad solo el oído lo acompañaba un poco.

Se sentía todo el tiempo triste porque parecía que al resto, no le importaba lo que a él le pasaba.

"¿Cómo no se daban cuenta que se sentía tan mal?" Es cierto que había sido un perro algo mandón y presumido, pero ya deberían haberle preguntado qué le pasaba... Max, seguía haciendo su vida de “perro feliz” y su madre le prestaba cada vez menos atención.


Un día, de nuevo en el parque, recostado sobre sus patas con la nariz pegada al suelo y sin quitar la vista de esos pies familiares, decidió hacer algo al respecto.

Guiándose sólo por el oído, intentó distinguir entre todos los sonidos uno en particular. El crujido de cáscaras y unos chillidos cortitos provenientes de un tronco hueco.

Se paró decidido y levantando una de sus orejas, buscó de dónde venía. Al llegar frente a aquel árbol, agachó la punta de la nariz y dio unos pequeños golpecitos al tronco.

Al verlo con el rostro cabizbajo y avergonzado, la ardilla se largó a reír. “¡ja,ja,ja,ja!” Se tomaba la barriga y se doblaba. “¡Te lo dije, ji,ji,ji,ji!” Y se revolcaba de un lado a otro retorciéndose de la risa. “¡Ten cuidado con lo que deseas!”.

A Petizo le costaba hilar las palabras. Escuchaba la risa chillona de la ardilla y más agachaba la cabeza.

“Vengo a que me devuelvas mi sentido. Nunca pensé que todo iba a ser tan diferente y confuso. He descubierto lo valioso que es. ¡Prometo nunca más volver a desear algo así!”.

Petizo hablaba de corazón y la ardilla lo sabía, por lo que dejó de reír.

“Veo que has aprendido una importante lección Petizo, eres un cachorro muy joven. Te queda mucho camino por recorrer, un mundo por descubrir y olores que percibir”.

Acto seguido, las hojas comenzaron a girar, pero esta vez Petizo no cerró los ojos y pudo ver asombrado el espectáculo que antes se había perdido por tener la mente en otra cosa.

Inmediatamente, le llegaron millones de olores a la vez que saboreó y disfrutó como nunca antes. Todo lo que había delante se había esfumado y donde estaba la ardilla, ahora quedaba mucho espacio vacío y pasto.

Petizo algo conmocionado por lo sucedido, enterró la nariz en el suelo y notó el aroma de muchos perros que habían pasado por ahí, entre ellos Max.

Al trotecito se despidió de ese lugar tan particular y se sintió por primera vez feliz de ser un perro tan afortunado.


viernes, 12 de mayo de 2023

INTENTO DE ARROZ CON LECHE QUE TERMINÓ CONVERTIDO EN PALETA

Todo partió como la mayoría de mis recetas, con una metedura de pata. 😁😁😁

Mis pretensiones eran hacer una receta “light” de leche, arroz, nuez moscada y un poco de azúcar, peeeeeeeero se me ocurrió medir todo “en tazas”... y así fue como convertí este postre de la infancia en una bomba de insulina, jeje!

Aunque he visto por ahí que algunas personas agregan leche condensada o evaporada a la preparación para dar un sabor mucho más dulce y cremoso...

Al final, pensando en cómo solucionarlo además de agregar más leche y seguir hirviendo, fue que llegué a esta idea de hacer "helado de arroz con leche".

En cuanto a los ingredientes, puede ser el que más nos guste porque al final, se batirá todo con minipimer y eso no afecta el resultado. =)

Quizás, la leche con extra de materia grasa ayude a evitar la cristalización a diferencia de la descremada, semidescremada o vegetal que son mucho más líquidas... pero tengo la impresión que es la unión de todos los ingredientes lo que hace que esta paleta sea tan magnífica.

Por supuesto, existen muchas formas de hacer arroz con leche y cada uno tendrá sus fórmulas o ingredientes que variarán de acuerdo a su cultura y tradición.


INGREDIENTES:
– ½ Taza de arroz. (Blanco, Integral, grano largo, corto, pregraneado...)
– 500 ml de leche. (Entera, descremada, vegetal, con lactosa, sin lactosa...)
– ½ Taza de azúcar granulada.
– 1 Pizca de nuez moscada.
– Agua para la cocción previa del arroz.


PREPARACIÓN:
1. Cocer el arroz en suficiente agua por 10 minutos más o menos.

2. Colar y lavar en el chorro de la llave hasta que el agua salga clara y el arroz esté blanco y graneado.

3. Vaciar el arroz a la olla otra vez, agregar azúcar, leche y nuez moscada. Revolver de vez en cuando una vez que suelte el hervor.

4. Dejar cocinando hasta que la leche se reduzca y tenga una consistencia espesa y cremosa.

5. Una vez frío, refrigerar hasta el otro día.

6. Batir con minipimer y transformar en una especie de salsa "bechamel", agregando unos chorritos de leche si es necesario. (Puede quedar bastante espesa)

7. Vaciar a unos moldes de paleta y congelar de preferencia toda la noche. 🙌


Paleta de Arroz con Leche


domingo, 30 de abril de 2023

ENIGMA EN LA BIBLIOTECA

Relatos Perrunos
Relato inspirado en viernes creativos El Bic Naranja

Sentado en su recién instalada consulta, Ethan Rickman, un joven detective, se dispone a comenzar su jornada laboral. Había arreglado una estancia en su pequeña casa en la ciudad como consulta para recibir potenciales clientes y casos interesantes.

Hasta ese momento, había tenido algunos aciertos y también algunos fallos que prefería olvidar, pero estaba aprendiendo y gozaba de una excelente memoria para recordar todo tipo de datos, fechas y nombres.

Estudiaba cada caso que aparecía en la prensa y los seguía como si fuera un asesor más de la policía. Eso le había dado cierta soltura para acceder a cualquier petición que le hicieran.

Aunque su pasión era resolver casos enigmáticos y complejos, también debía aceptar otros menores. En su mayoría, objetos perdidos, mascotas extraviadas o casos de infidelidad para pagar las facturas.

Esa mañana parecía ser una de ellas. Un joven de unos 25 años, alto y con el cabello enmarañado color zanahoria, se presenta en su despacho.

"¡Buenos días detective!", dijo el joven estirando el brazo para saludar a Ethan, que estrecha su mano sorprendido por el carácter y la determinación de aquel joven que parecía recién salido de la escuela.

"¡Buenos días! ¿En qué puedo ayudarlo?", respondió Ethan, echándose hacia atrás con los dedos entrelazados, dispuesto a escuchar lo que para él era la historia de un corazón roto.

El joven se sentó frente al escritorio. Su delgada contextura denotaba cierta inquietud por lo que debía decir:

"Señor, vengo a pedirle un encargo de suma importancia y espero que usted sea un hombre de honor que sepa guardar un secreto que, en malas manos, podría convertirse en un arma peligrosa".

"¡Ya hombre, tranquilo!", contestó el detective con una ligera sonrisa. "Seguro que la chica no anda con ningún pelafustán que le pueda hacer daño. Usted es muy joven y de seguro ya encontrará algu..."

"¡No, no, no!", lo interrumpió el joven. "¡Esto es muy importante! Mi nombre es Colin, soy el encargado de la biblioteca de la ciudad y esta mañana, han robado un libro muy antiguo que yo especialmente debía proteger". Y agachando la cabeza pone sus manos sobre su cara.

Una vez repuesto, al levantar la vista, mira fijamente al detective, quien siente un sobresalto al ver que las pupilas del joven se habían aclarado.

Con voz serena y plana, Colin le confiesa provenir de una antigua secta encargada de resguardar los secretos de la vida:

"Hay libros a través de todo el mundo con diferentes secretos y cada uno de nosotros debe protegerlos con su vida". Dicho esto, por sus ojos atraviesa un humo negro y sus pupilas vuelven a la normalidad.

El detective, instintivamente, se había acercado al escritorio y miraba fijamente al joven como quien ve con atención el truco de un mago.

Bastante sorprendido, acepta con mucho entusiasmo resolver el caso y encontrar tan preciado objeto.

"No se puede tener la biblioteca cerrada sin una excusa coherente, por lo que el tiempo apremia", dijo Colin al detective.


Una vez en su interior, se dirigen al sitio del robo antes que las pistas se enfríen. "Se nota que los malhechores sabían muy bien lo que andaban buscando", murmura el detective y extendiendo sus brazos a su alrededor continua, “pero han desordenado aquí, como método de distracción”.

“¡Sin lugar a dudas, este es un trabajo por encargo!” Le dice a Colin, que lo mira pasearse de un lado a otro, agacharse, pararse y tantear libros.

Al entrar al enrome salón donde había estado el libro, una hermosa pintura de una casa con grandes ventanales los recibe. La obra no mide más de 1 metro de alto, pero su nivel de realismo es tal, que parece haber vida dentro.

Inmediatamente despierta la curiosidad del investigador. “¡Qué pintura más bonita!“ Destaca mucho en este sector de la sala. Y mientras se vuelve hacia la puerta reflexiona, “porque puede verse desde la entrada...“

“¡Huuummmmm! ¿Sabes algo de ella?“

“No mucho, sólo que en cada biblioteca donde se esconde un libro hay una pintura similar. Se supone que nos ayuda a cuidar nuestro tesoro de algún modo, pero no sé cómo... ¡Intenté comunicarme con ella pero no obtuve respuesta!“.

El detective se acerca a la obra y la mira con detención. Busca en cada rincón algo que le indique los pasos a seguir.

Revisa muros, peldaños... De pronto, en una de las ventanas ve reflejado un bosque que le parece familiar. Saca su lupa para mirar mucho más de cerca. “¿Dónde había visto ese sitio? Estaba seguro que se encontraba cerca de la ciudad”.

Ahí recuerda que hace años, siguió con mucha atención, el caso de unos artículos de arte que fueron hallados finalmente en la mansión de un multimillonario, famoso por sus excentricidades y por comprar todo tipo de objetos de dudosa procedencia.

Era popular por su particular estilo, sus pomposas fiestas y codearse con estrellas de la música y la televisión. Pese a ello, nadie sabía mucho de su vida privada porque pagaba muy bien para que todos mantuvieran la boca cerrada.

“Me produjo mucha indignación cuando este hombre, mostrando la imagen desde el computador del bibliotecario, quedó libre de toda culpa, si a todas luces estaba implicado. Todo terminó cuando las obras fueron devueltas y los supuestos ladrones apresados”.

“Según dijo al jurado y a los medios, había sido engañado y todo era parte de un montaje para desprestigiarlo y acabar con sus negocios y su fortuna”.

“¿y sabes dónde está ese lugar?”

“Al este de la ciudad, en una zona montañosa ¡Busca algo con qué defenderte, este hombre no entregará el libro tan fácilmente!


”Se estacionan al costado de un sinuoso camino para no despertar sospechas. Caminan un largo tramo de pendientes, rocas y en medio de un tupido bosque sobre una colina bien cuidada se instala la enorme casona. Sus rejas son tan altas que es imposible saltar.

“¡Pero este tipo vive en una cancha de golf!” Exclama el detective, mientras toma aire después de la caminata.

“¡Creo que no tenemos más alternativa que rodear la reja hasta encontrar un sitio por donde pasar sin ser vistos!” Dice el chico con determinación.

En la parte trasera de la casa dos enormes pitbull entrenados y listos para morder a todo el que se acerque a la reja.

Ethan y colin se aproximan a la puerta de servicio y en el momento que ambos perros se les vienen encima con feroces dentadas, el joven guardián pasa su mano por entre los barrotes y los canes automáticamente se detienen, mueven la cola y sacan la lengua felices de verlos.

“¿Pero cómo has hecho eso?”

“¡No son culpables de ser criados para la violencia! ¿Ves cómo nos mueven la cola contentos? Estos perritos no nos harán daño. Sólo quieren algo de cariño y que les rasquen detrás de la oreja. ¡Mira cómo se ponen, jaja!”

Y efectivamente, uno de ellos refregaba su espalda contra el pasto y mostraba la panza mientras el otro, dejaba que el detective le rascara la cabeza y en respuesta le llenaba la mano de langüetazos.

Luego de acariciarles la barriga y palmotearles el lomo, Colin les indica a los perros que se queden ahí sentados:

“¡No nos sigan! Les dice con un dedo levantado”.

Y ahí quietos, los dos pitbull se quedan mirando cómo se van sus nuevos amigos y con tímidos chillidos les piden que vuelvan.

Finalmente, terminan recostándose sobre sus barrigas y apoyando el mentón en el pasto en señal de lamento por no poder seguir con los mimos.

Mientras tanto, Ethan y Colin se dirigen por el camino de servicio hacia la parte trasera de la casa. Toman algunos artículos de limpieza y buscar el despacho del millonario. “¿Dónde más podría estar el libro?”

En ese momento, sólo se encuentra el personal de limpieza y los preparativos para el almuerzo, lo que facilita bastante la entrada de los dos jóvenes que terminan ataviados con sendos disfraces.

La casa es más grande de lo que ellos imaginan, lo que hace la búsqueda aún más difícil. Entran a tientas a una habitación, pero el lugar está prácticamente vacío.

De pronto, una señora del aseo junto con un guardia los señala con la mano y éste con paso firme se dirige hacia ellos.

Al dar la vuelta para huir, los jóvenes se encuentran con otro guardia que los toma por el cuello. Se los llevan a una habitación y los dejan allí.

“¿Y ahora qué hacemos?” Pregunta Colin.

“No sé aún, pero lo más seguro es que nos maten”.

Acto seguido, entra uno de los grandulones con un arma y en el momento que se dispone a disparar al más joven, este ya lo tenía de espaldas en el suelo medio aturdido.

Las pupilas de colin, se habían vuelto blancas otra vez y actuaba de forma autómata, certera y muy rápida. Al escuchar ruidos en la habitación, habían entrado dos guardias más que también fueron reducidos en cosa de segundos.

“¡No tienen escapatoria!” Grita el millonario desde el otro extremo del pasillo, cuando los ve salir corriendo de la habitación.

En ese momento, Colin que no era muy consciente de lo que había pasado, mira al detective con asombro. Hay tres guardias botados en el suelo inconscientes y el millonario tiene el libro en la mano. “¿En qué momento había sucedido todo eso?”

“¡Fuiste tú!” Es lo único que le dice el detective, señalando con la mirada a los hombres desparramados en el piso.


El joven guardián mira el libro en la mano de aquel hombre que está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de obtener su poder.

“¡Por favor, entregue ese libro. No sabe lo que hace!” Suplica Colin.

“¡Y tu niñito! ¿Quién eres para decirme lo que tengo que hacer? ¡Lárguense de mi casa y hacemos como que esto nunca pasó!”.

La expresión en su rostro era indescifrable y hacía muy difícil saber si se burlaba o hablaba en serio.

“Como sea que hayan llegado hasta aquí, no son más que unos pobres mocosos enclenques”. Escupe mientras analiza el libro, “su informante tenía razón, vale cada centavo”.

¡A mí me espera fama, gloria, fortuna. El poder para controlar el mundo! No tienen pruebas de la existencia de este libro. Si hablan yo negaré todo... será su palabra contra la mía”.¡Mejor váyanse, olvídense que vieron esto y sigan con sus patéticas vidas!


En un afán por quitárselo, Colin corre hacia el hombre que sostiene el libro abierto, como quien aparta a alguien de brazas calientes, pero el millonario logra esquivar al chico y el libro cae al suelo.

En ese instante, los tres se abalanzan. Se escucha a alguien recitar uno de los conjuros que se encuentra en aquella página abierta. “Si era necesario aniquilar a estos dos, pues lo haría”.

En segundos, el hombre se para, se mira las manos y ve como sus palmas se arrugan rápidamente. Pierden turgencia, se secan, oscurecen y su pellejo se pega al hueso. En un acto reflejo, se toca la cara con las manos, pero tan sólo un esqueleto alza un agudo grito que se desvanece en la habitación.

Todo lo que había de aquel millonario y codicioso hombre se encuentran en un montón de tierra apilada en el piso.

Tanto el detective como Colin, aún en el intento de alcanzar el libro, se quedan petrificados ante el espantoso espectáculo que acaban de presenciar.

El joven guardián se levanta con una expresión sombría en el rostro, toma el libro del suelo y lo cierra.

Mientras lo sostiene con ambas manos, se siente culpable de lo que pasó. Ethan intuye lo que piensa, le rodea los hombros con un brazo y en silencio lo dirige hacia la salida. Ya tendrá tiempo de revisar las noticias y ver como se resuelve este caso...

“¡La próxima vez que se te pierda el libro, creo que te cobraré más caro!” Le dice mientras caminan por el mismo sendero de vuelta a casa.


martes, 4 de abril de 2023

PALETA MÁS QUE FÁCIL

Aunque ya cambiamos de estación, de hora y comienzan a bajar las temperaturas, las ganas de comer una paleta casera no cambian... y creo que siempre habrá lugar para una.

Es que por alguna razón hasta en invierno dan ganas de comer helado y si está lloviendo aún más.

Por eso, hoy traigo tres versiones de paletas ULTRA fáciles y a prueba de patas torpes como las mías...


1. PALETA DE CHIRIMOYA: Si la paleta hecha con pulpa en lata era fácil, esta lo es todavía más. Lleva tan sólo dos ingredientes... el azúcar lo aporta el yogur y la pulpa.

INGREDIENTES:
– 200 gr de pulpa de chirimoya.
– 2 Yogur Protein+ sabor chirimoya. (155 gr c/u)

PREPARACIÓN:
Batir en la juguera hasta que todo esté incorporado. Vaciar a unos moldes y agregar unos palitos.

Paletas fáciles


2. PALETA DE MANGO – FRUTILLA: Esta combinación resultó de chiripazo porque tenía sólo yogur común y resultó igual de bien que con yogur griego o Protein que se supone dan mayor consistencia y menos posibilidad de cristalizar. ¡¡En fin, cosas de helados!! Cosas de yogures

INGREDIENTES:
– 200 gr de pulpa de mango.
– 200 gr de yogur sabor frutilla.

PREPARACIÓN:
Batir los ingredientes en una juguera hasta que todo esté bien integrado. Vaciar a unos moldes y congelar hasta el otro día.


3. PALETA DE PLATANO – CAFÉ: No es una mezcla que se haga en lo cotidiano, pero como helado funciona muy bien. Además, gracias al plátano queda una paleta algo más cremosa.

INGREDIENTES:
– 2 plátanos.
– 100 ml de leche sabor cafe, que para acentuar más su sabor podría entibiarse antes con una cucharada de café instantáneo y un chorrito de esencia de vainilla.

Por alguna razón, a las cosas congeladas se les siente menos el gusto y esto ayuda a mejorar la experiencia, jeje!

PREPARACIÓN:
Pelar los plátanos, trozar y juntar con la leche “enchulada”. Batir en la juguera hasta convertir el menjunje en un smoothie. Vaciar a unos moldes de paleta y listo!

Más que fácil. 🙂


jueves, 22 de septiembre de 2022

Loop que me encantan

Esta melodía la dejo aquí porque cada vez que la escucho me alegra el día. Además, no quiero que se pierda o se me olvide.

Es un “loop” de 5 canciones que se repite durante varias horas... pero como es tan pegajosa y alegre, puede estar de fondo sin molestar.

El canal se llama Coffee Shop Ambience y tiene muchos videos de este tipo para todos los gustos y estaciones. Algunos con sonidos de platos, tazas, servicios, conversaciones y demás.

Según señalan sus propios creadores, “cada canción tiene como propósito hacer sentir bien”.

¡Y creo que lo cumplen! ♥


Ver Original en YouTube.
Para escuchar el loop en la nube, pincha AQUÍ


miércoles, 17 de agosto de 2022

ESCRIBE... no te quejes!

Cuando tengas un problema, cuando te sientas triste o agobiado ESCRIBE... Escribe todo lo que sientes porque eso te permitirá soltar... Sacar todo lo que llevas dentro, todo eso que te molesta.

Escribe en un cuaderno si deseas dejar un registro de lo que pensabas en ese momento. Un testimonio que te permita comparar, con la distancia del tiempo, si todo “eso” que pensabas con tanto ahínco era tan así... Te mostrará que muchas veces tus pensamientos son desbocados y que solemos agrandar más de la cuenta lo que nos pasa.

Si sólo quieres desahogarte, utiliza un computador, una tablet, un celular y tan sólo escribe. Sin molestarte por el vocabulario, la forma, la razón o la sintaxis… Si estás enojado, echa garabatos. Si tienes pena, llora. Lo importante, es soltar todo, sin importar cómo... Luego, una vez terminado, simplemente BÓRRALO, ya verás lo aliviado que estarás después.

ESCRIBE... No te quejes!

Por lo general, cuando tenemos dramas, solemos llamar a un amigo y DESCARGAR, tooooooooooda esa furia contenida, en él... Todas nuestras dudas, pensamientos y pesares, van a parar a esa pobre oreja amiga que escucha nuestros reparos. Le contamos nuestros problemas y esperamos soluciones que nunca seguimos... ¡Porque siempre tenemos muchas quejas pero nunca soluciones!

En lugar de eso mejor ESCRIBE... Descarga ese problema en una hoja o en un teclado. Así, evitas que esa mala energía llegue a los demás y de paso te desases de todo eso que te da vueltas.

Incluso, el sólo hecho, de hacer el ejercicio de hablar contigo por medio de la escritura, puede RESOLVER conflictos internos, ACLARAR ciertas dudas y conseguir que tomes decisiones de manera más racional, sensata y no movida por la pasión del momento.



Perrito divertido