domingo, 30 de abril de 2023

ENIGMA EN LA BIBLIOTECA

Relatos Perrunos
Relato inspirado en viernes creativos El Bic Naranja

Sentado en su recién instalada consulta, Ethan Rickman, un joven detective, se dispone a comenzar su jornada laboral. Había arreglado una estancia en su pequeña casa en la ciudad como consulta para recibir potenciales clientes y casos interesantes.

Hasta ese momento, había tenido algunos aciertos y también algunos fallos que prefería olvidar, pero estaba aprendiendo y gozaba de una excelente memoria para recordar todo tipo de datos, fechas y nombres.

Estudiaba cada caso que aparecía en la prensa y los seguía como si fuera un asesor más de la policía. Eso le había dado cierta soltura para acceder a cualquier petición que le hicieran.

Aunque su pasión era resolver casos enigmáticos y complejos, también debía aceptar otros menores. En su mayoría, objetos perdidos, mascotas extraviadas o casos de infidelidad para pagar las facturas.

Esa mañana parecía ser una de ellas. Un joven de unos 25 años, alto y con el cabello enmarañado color zanahoria, se presenta en su despacho.

"¡Buenos días detective!", dijo el joven estirando el brazo para saludar a Ethan, que estrecha su mano sorprendido por el carácter y la determinación de aquel joven que parecía recién salido de la escuela.

"¡Buenos días! ¿En qué puedo ayudarlo?", respondió Ethan, echándose hacia atrás con los dedos entrelazados, dispuesto a escuchar lo que para él era la historia de un corazón roto.

El joven se sentó frente al escritorio. Su delgada contextura denotaba cierta inquietud por lo que debía decir:

"Señor, vengo a pedirle un encargo de suma importancia y espero que usted sea un hombre de honor que sepa guardar un secreto que, en malas manos, podría convertirse en un arma peligrosa".

"¡Ya hombre, tranquilo!", contestó el detective con una ligera sonrisa. "Seguro que la chica no anda con ningún pelafustán que le pueda hacer daño. Usted es muy joven y de seguro ya encontrará algu..."

"¡No, no, no!", lo interrumpió el joven. "¡Esto es muy importante! Mi nombre es Colin, soy el encargado de la biblioteca de la ciudad y esta mañana, han robado un libro muy antiguo que yo especialmente debía proteger". Y agachando la cabeza pone sus manos sobre su cara.

Una vez repuesto, al levantar la vista, mira fijamente al detective, quien siente un sobresalto al ver que las pupilas del joven se habían aclarado.

Con voz serena y plana, Colin le confiesa provenir de una antigua secta encargada de resguardar los secretos de la vida:

"Hay libros a través de todo el mundo con diferentes secretos y cada uno de nosotros debe protegerlos con su vida". Dicho esto, por sus ojos atraviesa un humo negro y sus pupilas vuelven a la normalidad.

El detective, instintivamente, se había acercado al escritorio y miraba fijamente al joven como quien ve con atención el truco de un mago.

Bastante sorprendido, acepta con mucho entusiasmo resolver el caso y encontrar tan preciado objeto.

"No se puede tener la biblioteca cerrada sin una excusa coherente, por lo que el tiempo apremia", dijo Colin al detective.


Una vez en su interior, se dirigen al sitio del robo antes que las pistas se enfríen. "Se nota que los malhechores sabían muy bien lo que andaban buscando", murmura el detective y extendiendo sus brazos a su alrededor continua, “pero han desordenado aquí, como método de distracción”.

“¡Sin lugar a dudas, este es un trabajo por encargo!” Le dice a Colin, que lo mira pasearse de un lado a otro, agacharse, pararse y tantear libros.

Al entrar al enrome salón donde había estado el libro, una hermosa pintura de una casa con grandes ventanales los recibe. La obra no mide más de 1 metro de alto, pero su nivel de realismo es tal, que parece haber vida dentro.

Inmediatamente despierta la curiosidad del investigador. “¡Qué pintura más bonita!“ Destaca mucho en este sector de la sala. Y mientras se vuelve hacia la puerta reflexiona, “porque puede verse desde la entrada...“

“¡Huuummmmm! ¿Sabes algo de ella?“

“No mucho, sólo que en cada biblioteca donde se esconde un libro hay una pintura similar. Se supone que nos ayuda a cuidar nuestro tesoro de algún modo, pero no sé cómo... ¡Intenté comunicarme con ella pero no obtuve respuesta!“.

El detective se acerca a la obra y la mira con detención. Busca en cada rincón algo que le indique los pasos a seguir.

Revisa muros, peldaños... De pronto, en una de las ventanas ve reflejado un bosque que le parece familiar. Saca su lupa para mirar mucho más de cerca. “¿Dónde había visto ese sitio? Estaba seguro que se encontraba cerca de la ciudad”.

Ahí recuerda que hace años, siguió con mucha atención, el caso de unos artículos de arte que fueron hallados finalmente en la mansión de un multimillonario, famoso por sus excentricidades y por comprar todo tipo de objetos de dudosa procedencia.

Era popular por su particular estilo, sus pomposas fiestas y codearse con estrellas de la música y la televisión. Pese a ello, nadie sabía mucho de su vida privada porque pagaba muy bien para que todos mantuvieran la boca cerrada.

“Me produjo mucha indignación cuando este hombre, mostrando la imagen desde el computador del bibliotecario, quedó libre de toda culpa, si a todas luces estaba implicado. Todo terminó cuando las obras fueron devueltas y los supuestos ladrones apresados”.

“Según dijo al jurado y a los medios, había sido engañado y todo era parte de un montaje para desprestigiarlo y acabar con sus negocios y su fortuna”.

“¿y sabes dónde está ese lugar?”

“Al este de la ciudad, en una zona montañosa ¡Busca algo con qué defenderte, este hombre no entregará el libro tan fácilmente!


”Se estacionan al costado de un sinuoso camino para no despertar sospechas. Caminan un largo tramo de pendientes, rocas y en medio de un tupido bosque sobre una colina bien cuidada se instala la enorme casona. Sus rejas son tan altas que es imposible saltar.

“¡Pero este tipo vive en una cancha de golf!” Exclama el detective, mientras toma aire después de la caminata.

“¡Creo que no tenemos más alternativa que rodear la reja hasta encontrar un sitio por donde pasar sin ser vistos!” Dice el chico con determinación.

En la parte trasera de la casa dos enormes pitbull entrenados y listos para morder a todo el que se acerque a la reja.

Ethan y colin se aproximan a la puerta de servicio y en el momento que ambos perros se les vienen encima con feroces dentadas, el joven guardián pasa su mano por entre los barrotes y los canes automáticamente se detienen, mueven la cola y sacan la lengua felices de verlos.

“¿Pero cómo has hecho eso?”

“¡No son culpables de ser criados para la violencia! ¿Ves cómo nos mueven la cola contentos? Estos perritos no nos harán daño. Sólo quieren algo de cariño y que les rasquen detrás de la oreja. ¡Mira cómo se ponen, jaja!”

Y efectivamente, uno de ellos refregaba su espalda contra el pasto y mostraba la panza mientras el otro, dejaba que el detective le rascara la cabeza y en respuesta le llenaba la mano de langüetazos.

Luego de acariciarles la barriga y palmotearles el lomo, Colin les indica a los perros que se queden ahí sentados:

“¡No nos sigan! Les dice con un dedo levantado”.

Y ahí quietos, los dos pitbull se quedan mirando cómo se van sus nuevos amigos y con tímidos chillidos les piden que vuelvan.

Finalmente, terminan recostándose sobre sus barrigas y apoyando el mentón en el pasto en señal de lamento por no poder seguir con los mimos.

Mientras tanto, Ethan y Colin se dirigen por el camino de servicio hacia la parte trasera de la casa. Toman algunos artículos de limpieza y buscar el despacho del millonario. “¿Dónde más podría estar el libro?”

En ese momento, sólo se encuentra el personal de limpieza y los preparativos para el almuerzo, lo que facilita bastante la entrada de los dos jóvenes que terminan ataviados con sendos disfraces.

La casa es más grande de lo que ellos imaginan, lo que hace la búsqueda aún más difícil. Entran a tientas a una habitación, pero el lugar está prácticamente vacío.

De pronto, una señora del aseo junto con un guardia los señala con la mano y éste con paso firme se dirige hacia ellos.

Al dar la vuelta para huir, los jóvenes se encuentran con otro guardia que los toma por el cuello. Se los llevan a una habitación y los dejan allí.

“¿Y ahora qué hacemos?” Pregunta Colin.

“No sé aún, pero lo más seguro es que nos maten”.

Acto seguido, entra uno de los grandulones con un arma y en el momento que se dispone a disparar al más joven, este ya lo tenía de espaldas en el suelo medio aturdido.

Las pupilas de colin, se habían vuelto blancas otra vez y actuaba de forma autómata, certera y muy rápida. Al escuchar ruidos en la habitación, habían entrado dos guardias más que también fueron reducidos en cosa de segundos.

“¡No tienen escapatoria!” Grita el millonario desde el otro extremo del pasillo, cuando los ve salir corriendo de la habitación.

En ese momento, Colin que no era muy consciente de lo que había pasado, mira al detective con asombro. Hay tres guardias botados en el suelo inconscientes y el millonario tiene el libro en la mano. “¿En qué momento había sucedido todo eso?”

“¡Fuiste tú!” Es lo único que le dice el detective, señalando con la mirada a los hombres desparramados en el piso.


El joven guardián mira el libro en la mano de aquel hombre que está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de obtener su poder.

“¡Por favor, entregue ese libro. No sabe lo que hace!” Suplica Colin.

“¡Y tu niñito! ¿Quién eres para decirme lo que tengo que hacer? ¡Lárguense de mi casa y hacemos como que esto nunca pasó!”.

La expresión en su rostro era indescifrable y hacía muy difícil saber si se burlaba o hablaba en serio.

“Como sea que hayan llegado hasta aquí, no son más que unos pobres mocosos enclenques”. Escupe mientras analiza el libro, “su informante tenía razón, vale cada centavo”.

¡A mí me espera fama, gloria, fortuna. El poder para controlar el mundo! No tienen pruebas de la existencia de este libro. Si hablan yo negaré todo... será su palabra contra la mía”.¡Mejor váyanse, olvídense que vieron esto y sigan con sus patéticas vidas!


En un afán por quitárselo, Colin corre hacia el hombre que sostiene el libro abierto, como quien aparta a alguien de brazas calientes, pero el millonario logra esquivar al chico y el libro cae al suelo.

En ese instante, los tres se abalanzan. Se escucha a alguien recitar uno de los conjuros que se encuentra en aquella página abierta. “Si era necesario aniquilar a estos dos, pues lo haría”.

En segundos, el hombre se para, se mira las manos y ve como sus palmas se arrugan rápidamente. Pierden turgencia, se secan, oscurecen y su pellejo se pega al hueso. En un acto reflejo, se toca la cara con las manos, pero tan sólo un esqueleto alza un agudo grito que se desvanece en la habitación.

Todo lo que había de aquel millonario y codicioso hombre se encuentran en un montón de tierra apilada en el piso.

Tanto el detective como Colin, aún en el intento de alcanzar el libro, se quedan petrificados ante el espantoso espectáculo que acaban de presenciar.

El joven guardián se levanta con una expresión sombría en el rostro, toma el libro del suelo y lo cierra.

Mientras lo sostiene con ambas manos, se siente culpable de lo que pasó. Ethan intuye lo que piensa, le rodea los hombros con un brazo y en silencio lo dirige hacia la salida. Ya tendrá tiempo de revisar las noticias y ver como se resuelve este caso...

“¡La próxima vez que se te pierda el libro, creo que te cobraré más caro!” Le dice mientras caminan por el mismo sendero de vuelta a casa.


martes, 4 de abril de 2023

PALETA MÁS QUE FÁCIL

Aunque ya cambiamos de estación, de hora y comienzan a bajar las temperaturas, las ganas de comer una paleta casera no cambian... y creo que siempre habrá lugar para una.

Es que por alguna razón hasta en invierno dan ganas de comer helado y si está lloviendo aún más.

Por eso, hoy traigo tres versiones de paletas ULTRA fáciles y a prueba de patas torpes como las mías...


1. PALETA DE CHIRIMOYA: Si la paleta hecha con pulpa en lata era fácil, esta lo es todavía más. Lleva tan sólo dos ingredientes... el azúcar lo aporta el yogur y la pulpa.

INGREDIENTES:
– 200 gr de pulpa de chirimoya.
– 2 Yogur Protein+ sabor chirimoya. (155 gr c/u)

PREPARACIÓN:
Batir en la juguera hasta que todo esté incorporado. Vaciar a unos moldes y agregar unos palitos.

Paletas fáciles


2. PALETA DE MANGO – FRUTILLA: Esta combinación resultó de chiripazo porque tenía sólo yogur común y resultó igual de bien que con yogur griego o Protein que se supone dan mayor consistencia y menos posibilidad de cristalizar. ¡¡En fin, cosas de helados!! Cosas de yogures

INGREDIENTES:
– 200 gr de pulpa de mango.
– 200 gr de yogur sabor frutilla.

PREPARACIÓN:
Batir los ingredientes en una juguera hasta que todo esté bien integrado. Vaciar a unos moldes y congelar hasta el otro día.


3. PALETA DE PLATANO – CAFÉ: No es una mezcla que se haga en lo cotidiano, pero como helado funciona muy bien. Además, gracias al plátano queda una paleta algo más cremosa.

INGREDIENTES:
– 2 plátanos.
– 100 ml de leche sabor cafe, que para acentuar más su sabor podría entibiarse antes con una cucharada de café instantáneo y un chorrito de esencia de vainilla.

Por alguna razón, a las cosas congeladas se les siente menos el gusto y esto ayuda a mejorar la experiencia, jeje!

PREPARACIÓN:
Pelar los plátanos, trozar y juntar con la leche “enchulada”. Batir en la juguera hasta convertir el menjunje en un smoothie. Vaciar a unos moldes de paleta y listo!

Más que fácil. 🙂


jueves, 22 de septiembre de 2022

Loop que me encantan

Esta melodía la dejo aquí porque cada vez que la escucho me alegra el día. Además, no quiero que se pierda o se me olvide.

Es un “loop” de 5 canciones que se repite durante varias horas... pero como es tan pegajosa y alegre, puede estar de fondo sin molestar.

El canal se llama Coffee Shop Ambience y tiene muchos videos de este tipo para todos los gustos y estaciones. Algunos con sonidos de platos, tazas, servicios, conversaciones y demás.

Según señalan sus propios creadores, “cada canción tiene como propósito hacer sentir bien”.

¡Y creo que lo cumplen! ♥


Ver Original en YouTube.
Para escuchar el loop en la nube, pincha AQUÍ


miércoles, 17 de agosto de 2022

ESCRIBE... no te quejes!

Cuando tengas un problema, cuando te sientas triste o agobiado ESCRIBE... Escribe todo lo que sientes porque eso te permitirá soltar... Sacar todo lo que llevas dentro, todo eso que te molesta.

Escribe en un cuaderno si deseas dejar un registro de lo que pensabas en ese momento. Un testimonio que te permita comparar, con la distancia del tiempo, si todo “eso” que pensabas con tanto ahínco era tan así... Te mostrará que muchas veces tus pensamientos son desbocados y que solemos agrandar más de la cuenta lo que nos pasa.

Si sólo quieres desahogarte, utiliza un computador, una tablet, un celular y tan sólo escribe. Sin molestarte por el vocabulario, la forma, la razón o la sintaxis… Si estás enojado, echa garabatos. Si tienes pena, llora. Lo importante, es soltar todo, sin importar cómo... Luego, una vez terminado, simplemente BÓRRALO, ya verás lo aliviado que estarás después.

ESCRIBE... No te quejes!

Por lo general, cuando tenemos dramas, solemos llamar a un amigo y DESCARGAR, tooooooooooda esa furia contenida, en él... Todas nuestras dudas, pensamientos y pesares, van a parar a esa pobre oreja amiga que escucha nuestros reparos. Le contamos nuestros problemas y esperamos soluciones que nunca seguimos... ¡Porque siempre tenemos muchas quejas pero nunca soluciones!

En lugar de eso mejor ESCRIBE... Descarga ese problema en una hoja o en un teclado. Así, evitas que esa mala energía llegue a los demás y de paso te desases de todo eso que te da vueltas.

Incluso, el sólo hecho, de hacer el ejercicio de hablar contigo por medio de la escritura, puede RESOLVER conflictos internos, ACLARAR ciertas dudas y conseguir que tomes decisiones de manera más racional, sensata y no movida por la pasión del momento.



jueves, 30 de junio de 2022

EL AGUATERO

Relatos Perrunos
Relato inspirado en viernes creativos El Bic Naranja

Esta historia no es mía. Se la contó el abuelo, del tío, del hijo de la vecina que me encuentro de tarde en vez en el almacén del pueblo.

No puedo corroborar, pero tampoco desmentir. Ha pasado de generación en generación y es así como te la voy a contar. Quizás tú tengas una mejor versión de los hechos...


Cuenta la leyenda, que al pueblo llegó un aguatero, cansado, hambriento, sin dinero y con pocas posibilidades de mejorar su situación. Venía envuelto en su abrigo de lluvia y cargaba al hombro unas palanganas de madera.

Embarrado hasta las rodillas, sus pies desnudos insensibles al frío poco se veían. No era un espectáculo muy bonito y los pobladores lo miraban con desdén.

Pidió ayuda, ofreció sus servicios como aguatero, pero siempre recibió la misma respuesta:

–Quisiéramos auxiliarte, pero la situación económica no da para más. Hay escasez, alza de precios y para peor, nuestras cosechas han sido devastadas por esta lluvia torrencial que no ha parado en semanas. Apenas tenemos uno mendrugos para nosotros, mal podríamos hacer algo para darte unas monedas o un poco de pan.

El jóven aguatero que era un hombre emprendedor, no se desanimó tan fácil. Al pasar frente a la última casa, se le ocurrió una idea y golpeo la puerta.


–Me pregunto, señora –dijo a la mujer que acudió a su llamado–. Si usted fuera tan amable de prestarme un caldero, pues traigo en estas vasijas un líquido que he encontrado en un oculto manantial. No soy de aquí sabe, y me gustaría compartir este glorioso elixir con usted. A simple vista parece agua, pero yo mismo he comprobado sus poderes mágicos y le aseguro, que obtendrá la sopa más deliciosa que jamás haya probado. ¡Sólo deme la oportunidad de demostrárselo, y ya verá!

La mujer lo hizo pasar y reunió a toda la familia en torno al fogón. Colgó sobre él un caldero y esperó a que se hiciera la magia.

El jóven, con mucha parsimonia, bajo de su hombro los cubos de agua y volcó el líquido dentro. Cuando comenzó a hervir aspiró el vaho caliente y dijo:

–¡¡Mmmmmmm, ya está casi lista!! Sólo le falta una pizca de sal, algo de pimienta...

Le echaron lo que pedía y siguieron esperando ansiosos.

–Ahora, si le pusiéramos unas zanahorias quedaría mucho más sabrosa –dijo el joven, luego de revolver con la cuchara de palo, disfrutando del aroma que aquella agua mágica emanaba.

–MARIAAAAA, ve a la huerta y desentierra unas cuantas. –Ordenó la mujer a una de sus hijas que la miraba extrañada porque se habían salvado muy pocas.

Para ese entonces, la esposa del vecino traía papas y repollo porque había escuchado de la maravillosa sopa que se preparaba en esa casa.

¡¡Estupendo!! –exclamó el huésped–. Repollo y zapallo serán la combinación perfecta para esta sopa...

–Casualmente tengo medio zapallo picado en la cocina. –Replicó la dueña de casa y acto seguido echaron todos los ingredientes al caldo.


En ese momento, se presenta el hijo mayor que venía del gallinero con algunas provisiones. Al sentir el agradable aroma que desprendía la sopa, pensó que estas serían el complemento ideal.

En un dos por tres, familia y visitantes limpiaron las aves que también fueron a parar al caldero.

A sugerencia del improvisado cocinero agregaron las papas que la vecina traía, algunas especies y para terminar, los huevos. Uno en cada plato.

Almorzaron la sopa más exquisita del mundo y hubo suficiente para todos, incluso para el otro día.

A la hora de marcharse, el jóven aguatero ahora limpio y seco, en agradecimiento a tanta hospitalidad, vertió el agua que aún quedaba en sus cubos al caldero ya casi vacío y se despidió diciéndoles:

–Cada vez que quieran preparar una sopa tan deliciosa como la de hoy, sólo tienen que usar la misma receta.

La familia quedó muy contenta con tan magnífico regalo... y por fortuna, nuestro emprendedor amigo encontró otro pozo donde rellenar sus cubos en la entrada del próximo pueblo.


viernes, 29 de abril de 2022

INTENTO DE HELADO QUE TERMINÓ PARECIENDO TRUFAS

Esta receta salió de pura casualidad experimentando con nuevos ingredientes para helados. Hice varios intentos de paletas con fruta y yogur que quedaron bastante aceptables... De a poco, para evitar la cristalización, fui agregando cada vez más dátiles y miel hasta que di con esta pasta maravillosa y muy dulce.

Funciona tan bien, que puede moldearse perfectamente con la mano y cubrir con coco rallado, cacao en polvo, fruto seco molido, galleta, azúcar flor... o lo que se nos ocurra para darle una mejor forma y mejorar su presentación.

Para los más avezados, embetunar la trufa con cobertura de chocolate transformaría esta golosina en un maravilloso bombón helado.

También, podría funcionar como relleno para tartas o postres y sin usar una pizca de azúcar común. Incluso, para mi gusto la combinación de dátiles y miel queda bien relajante. Más aún si se utiliza cobertura dulce... Peeeeeeeero como serán porciones pequeñas, creo que aún se puede comer sin culpa.


INGREDIENTES:
– 3 Plátanos medianos.
– 250 gr de dátiles sin carozo.
– 200 gr de coco rallado.
– Esencia de vainilla.
– 2 Potes de yogur extra cremoso. (140 gr c/u)
– 1 Cucharada grande de miel.


PREPARACIÓN:
1. Remojar los dátiles el día anterior en poquita agua para hidratar.

2. En un vaso de juguera, batir plátanos, dátiles con su agua, miel, esencia de vainilla y yogur hasta que esté todo integrado.

3. Vaciar este menjunje a un bowl, agregar coco rallado y mezclar con espátula. Congelar de preferencia toda la noche.

4. Formar cada bolita ayudándose de coco rallado, cacao o el ingrediente que prefieras. Finalmente, volver a congelar las bolitas hasta conseguir una trufa helada. El resultado es sorprendente, de agradable sabor y muy consistente.


Trufas Heladas


domingo, 10 de abril de 2022

Afsdygurhff…

Relatos Perrunos
Imagen de Viernes creativos El Bic Naranja

Ramiro tenía una vida aparentemente feliz salvo por un inconveniente. Cada vez que salía a la calle había cierta palabra que se le escapaba en los momentos menos oportunos.

–¡¡¡Deme ¼ de Afsdygurhff...!!! Y ahí estaba. No podía evitarlo, se colaba en cualquier lugar.

En el vecindario, la gente gritaba ¡¡ALLÁ VIENE EL HAGGJHHFF!! Y él bajaba la mirada.

Los niños, lo apuntaban con el dedo y los extraños lo evitaban al pasar. Vivía acomplejado y con miedo a decir aquella "bendita" palabra que no podía controlar.

Buscó ayuda y los doctores le hicieron cientos de exámenes. Nadie pudo determinar con certeza cuál era su problema.

–¡¡Lo que usted tiene es tal cosa!! –Le decían y recetaban todo tipo de píldoras que no producían ningún efecto.

Hasta que un día todo cambió. Un médico especialista en enfermedades raras, le extendió un papel con una serie de instrucciones que debía seguir.

Era una especie de mapa esotérico que indicaba el camino hacia un bosque encantado.

–¡¡Quizás aquí encuentres lo que buscas!! –señala el doctor, marcando repetidas veces el lugar con círculos imaginarios.

Ramiro se va directo a ese sitio tan extraño y famoso a la vez. Había pasado millones de veces por allí y jamás vio algo como en la descripción.

Buscó el escaño, se sentó como le indicaron y pensó en sanar... Inmediatamente, una brisa y el olor a hoja fresca lo reciben.

Abre los ojos como platos al comprobar que sus pies están a 50 cm del suelo. Se siente tan liviano como una pluma, levitando sobre un colchón de hojas, delante de un enorme brazo que lo sostiene con unos hilos invisibles.

El brazo se ilumina y proyecta imágenes conocidas para él, pero también otras muy extrañas donde se ve a si mismo atándose los cordones con una mano. Las escenas se presentan como flashes y le demuestran que así como él, otros han llegado en busca de respuestas y posibles soluciones, pero pocos consideran la opción de dejar una mano a cambio de ser "normal".

El jóven mira a su alrededor y comprueba que efectivamente el bosque está lleno de manos que le hacen todo tipo de gestos de bienvenida. El brazo gigante había llenado toda su atención y nunca se percató del espectáculo que tenía delante.

Algunas manos hacían olas y saludaban, otras derechamente lo insultaban o sólo abrían y cerraban los dedos, mostrando el pulgar. Todas formaban parte de un ser humano que buscando consuelo y libertad había dejado en prenda su bien más preciado.

Ramiro ahora seguro de sí, baja la colina dejando atrás aquel misterioso bosque. Aún le hormiguea la mano y hasta siente que puede moverla, pese a que el puño de su camisa dice otra cosa.


jueves, 17 de marzo de 2022

SILVER FACTORY

Relatos Perrunos
Imagen de Viernes creativos El Bic Naranja

Ahí parado en un rincón y sin muchas intenciones de moverse, Charlie se aferra al paquete que debe entregar en la 5ta planta de la calle 47 en Midtown.

Ve como el mundo delante se estremece a los compases rítmicos de una guitarra y el ensordecedor golpe de las baquetas. Todo el lugar está teñido de luz, esferas que se mueven al ritmo de la música, luces que parpadean dando extrañas formas a los rostros que allí pululan.

En el momento que decide dar el primer paso, aparecen de la nada hombres y mujeres, ataviados con vestimentas estrafalarias o elegantes atuendos de cuello alto y corbata al tono.

Al instante, lo envuelven, lo abrazan, le preguntan su nombre y ríen felices de verlo. Charlie, sin entender lo que pasa, intenta esbozar una palabra pero solo se escucha una jerigonza que a los que están a su lado les parece de lo más “cool”.

–Que hermoso arte traes entre tus manos –Pregunta uno del lote.

–Afsdy rrssurffh!! –Contesta Charlie, intentando explicar que es un paquete para el Sr Warhol.

–Es la máxima expresión de arte de masas que jamás haya visto. –Dice otro, vestido con un traje gris ajustado y lentes oscuros.

–Tú debes ser la nueva promesa que estábamos esperando... y lo abrazan entre todos, entrelazando sus cuerpos con el de Charlie, que otra vez intenta dar una explicación, pero finalmente se deja llevar por los halagos del momento.

Le quitan de las manos la caja, la observan con atención, la dan vuelta. Se la pasan entre ellos y cada uno expresa su parecer al respecto.

–¡¡Esto es magnífico, amigo!! ¡¡Haz acertado en todas sus formas... Imagino que es solo el prototipo!!

Y con la punta de los dedos, da unos golpecitos en el antebrazo de Charlie:

–Debes hacer unos 50 de estos!! No, no, no, mejor que sean 100... pero con las mismas características y tipografía.

–Quizás podrías cambiar el color del envoltorio... –suelta otro a la pasada, que con el brazo estirado y los ojos entornados, sostiene la caja en alto y la hace girar de un lado a otro para apreciar todo sus detalles.

Una vez en el centro de la enorme planta, Charlie observa que todo a su alrededor es aún más extravagante. El ruido es ensordecedor, parejas bailan al compás de la música, mientras otros conversan y sueltan risotadas espontáneas.

Las paredes y el techo están completamente tapizados de láminas plateadas y hay cuadros en los muros y también apilados en el suelo.

El grupo conduce a Charlie a un sillón. Lo abrazan, lo besan y lo dejan ahí aparentemente solo... pero a su lado, hay gente que automáticamente hace espacio para que se acomode.

Mira hacia todos lados, no tiene idea cómo salir de ahí o en qué momento se metió en tamaño lio. Su jefe, de seguro lo echa cuando sepa que no volvió al trabajo.

Los que están ahí, al parecer llevan un buen rato en ese sillón y le ofrecen una copa de vino que él acepta y se toma al seco.

Pronto llega como una nube, su nuevo grupo de amigos provistos de todo tipo de artilugios y golosinas para pasar un buen rato hablando del poder de la nada y cómo el mundo acelerado, ha terminado con el deseo de hombres y mujeres que actúan como zombis movidos por el espíritu de consumo.

Una chica ataviada con un bonito vestido de flores, que hace juego con un pañuelo al tono que amarra su oscura melena, corre con el brazo todo lo que hay encima de una pequeña mesa y dispone en su lugar, unas charolas de plata pulidas y adornadas con florituras y dibujos.

Observa a Charlie que aún sostiene la caja entre sus manos y con una sonrisa se la quita y a cambio le entrega una copa de licor.

¡Saca la lengua! –Le ordena con mirada cómplice. Era una chiquilla de rasgos muy bellos. ¿¿Cómo iba a resistirse a tamaña petición??

Todos los que están a su alrededor. Algunos sentados, otros de pie, levantan sus copas, beben y conversan. Charlie que no entiende una palabra de lo que hablan, comienza a sentir una ligera comezón. Como si un enano se hubiera metido en su cabeza y con una pluma le hiciera cosquillas en el cerebro.

Su primer instinto es quedarse ahí sin moverse, pero siente que la gente a su alrededor lo mira como si fuera un bicho raro. La calidez del recibimiento ahora se transforma en caras de reproche.

Una vez de pie, se topa con imágenes que se mueven y deforman con cada pestañeo. Espejos lo absorben, lo tragan, lo escupen y su reflejo se triza de mil formas distintas.

Los amigos del sillón, permanecen sentados y levantan sus copas celebrando cualquier cosa que pasa cerca.

Charlie se detiene frente a una máquina que se activa cuando alguien se acerca y emite un extraño sonido. Le parece un artefacto de lo más peculiar y al intentar tocarla siente que su mano se quema.

–¡Súbete! –Le dice uno que está cerca mirando lo que hace. Quizás te lleve a lugares donde jamás has estado...

–¿Tú ya la probaste? –Pregunta Charlie algo confundido.

–¡Pues, claro! Todos los que estamos aquí, nos hemos subido alguna vez para descubrir cuál es nuestro lugar en este mundo y nuestro propósito de vida.


Envalentonado como estaba y a pesar del calor que emanaba la máquina, levanta una pierna y pasa sus manos sobre el manubrio. De inmediato, escucha cómo resuena el motor y cómo se afinan válvulas y engranajes con cada aceleración.

A penas sube los pies, ingresa a un camino sinuoso, llano y prístino. La aridez del lugar contrasta con el murmullo de gente que había hace tan pocos segundos.

A lo lejos se distingue un bar y automáticamente decide parar. Una vez dentro, todos se dan vuelta y lo miran de pies a cabeza. Una mujer detrás de un mesón saca lustre a un vaso:

–¡Oye, niño! ¿Vas a tomar algo?

–¡¡Nooooooo, gracias, ya ha sido suficiente!! –Responde Charlie levantando una mano en señal de disculpas.

Al fondo, un grupo juega al billar:

–¡¡Es una máquina espectacular!! –Dice un brabucón de musculosa y cabeza rapada.

–¡¡Te retamos una partida!! Si nos ganas, te quedas con cualquiera de nuestras motos. –Dice otro igual de feroz.

Charlie, otra vez metido en un lio del que no sabe cómo salir, se desase en explicaciones:

–¡¡Es que... eeeeeehh, mmmmmm!! ¡¡Lo siento, no puedo hacer tal cosa, me la acaban de prest...!!

Y en ese preciso instante, se acercan tres tipos fornidos que en andas se lo llevan afuera y le dan una paliza que jamás imaginó.


Al despertar, aún aturdido y sin saber muy bien qué pasó. Mira hacia los lados y después de un par de pestañeos y bastante dolor busca cómo incorporarse, pero tiene un brazo enredado en los rayos de la moto. Lleva varias horas en esa posición, en cuclillas con la manga del sweater anudada al manubrio.

Sin poder hacer mucho, tantea con la mano libre el bolsillo del pantalón donde por fortuna, aún conserva su navaja multiuso. Corta el nudo con un brusco movimiento.

A su alrededor ya no queda nadie, salvo algunas parejas que duermen apacibles. A lo lejos, gente trabaja en lo que parece ser unos afiches de sopa enlatada.

Al pararse todo da vueltas y siente como si se hubiera tragado un cubo de arena. En la cabeza retumba una pequeña gota que cae de una tubería... click, click, click, repiquetea aquel rincón.

A tientas se acerca a la pequeña mesa donde todo comenzó y ahí, entre vasos de café, ceniceros y copas rotas, aún permanece intacto el encargo que lo había llevado hasta allí.

Sin mucho entusiasmo por buscar al destinatario, decide acercarlo a un mesón. En la pared, como en una especie de galería improvisada, fotos tipo Polaroid le revelan con horror cuantas horas lleva en el lugar.

Sin saber si dar explicaciones o pedirlas, despega una de las fotos que mira con detenimiento... se la echa al bolsillo, se quita el sweater y lo arroja a uno de los sillones de aquel estrambótico sitio.

Finalmente, agacha la vista y con tranco firme se dirige al ascensor. Aunque en realidad nadie le presta atención. Una vez dentro, echa un último vistazo a la enorme planta, ahora menos brillante de lo que recordaba. El piso desciende y lentamente, aquel espacio desaparece de su vista llevándoselo de vuelta a la realidad.


jueves, 10 de marzo de 2022

PALETA FÁCIL

Esta receta es fácil hasta para mí... Sólo se necesitan dos ingredientes, algo para batir y unos moldes para helados.

El resultado es magnífico, ligeramente cremoso sin llegar a cristalizar, incluso si se aclara con leche para hacerlo cundir.

Paletas de Manzana


Se podría usar todo el puré de manzana y agregar menos yogur... o nada, pero me parece demasiada azúcar para un postre supuestamente light.

Hay que considerar que este ingrediente contiene casi 17 gr de azúcar por cada 100 gr. Lo que es bastante, si calculamos que el contenido total de la lata son unos 600 gr.

El tema es que no se nota que estamos comiendo azúcar demás porque es algo hecho por nosotros con tan pocos ingredientes. Y quizás, ahí está el autoengaño porque pensamos que este tipo de alimento es sano y fácil de hacer, pero son justamente esos químicos los que hacen que este helado funcione.

Para compensar, utilicé yogur natural pero podría ser del sabor que quieras... No hay mayor ciencia que revolver y esperar.


INGREDIENTES:
– ½ Lata de puré de manzana. (300 gr)
– 2 Potes de yogur natural. (140 gr c/u)


PREPARACIÓN:
1. En un vaso de juguera, batir este puré de fruta con el yogur hasta que todo esté bien integrado.

2. Rellenar con esta mezcla unos moldes para helados, centrar el palito y congelar, idealmente hasta el otro día.

Paletas de Manzana


Perrito divertido