Compré unas peras en el súper y por esas cosas de los transgénicos, nunca maduraron. Comenzaron a ponerse viejitas, arrugadas y del dulzor, pues nada!
Los transgénicos, aunque se habla poco de ellos, son toooooodo un tema. El tomate, es el rey de los transgénicos. Además de tener gusto a pescado, es indestructible. Lo dejas una semana en la ventana y ni las moscas se le acercan.
Así que, una vez que me convencí que esto de las peras no iba a cambiar, decidí mejor trozar y echar a una cacerola con azúcar, canela y dos gotas de agua. La idea, hacer un concentrado de peras para luego transformar en “algo”... Helado, relleno para postre, tarta o comerlo así que también queda muy bien.
Luego, recordé que hace un par de años hice este queque con peras, que quedó bien weno, pero no tenía suficientes ingredientes para un molde así...
Hace rato no incursionaba en la repostería, fue más bien un “hobbie de pandemia”, y no quería gastar en ingredientes que luego terminarían arrumbados en la despensa.
Ahí llegué a este molde para mini queques, que compré cuando intentaba hacer empolvados, jeje!
La cocina definitivamente no es lo mío, y aunque empeño le pongo, prefiero dedicar esa energía a cosas más productivas y que me salgan mejor. No soy un desastre en todo, eehh??
Por lo tanto, retomando antiguas desventuras culinarias, me puse a hornear estos mini queques, rogando que algo se haya quedado de lo aprendido en ese entonces... XD
INGREDIENTES: (24 quequitos)
– 1 Taza de harina. (200 gr más o menos)
– 20 gr de mantequilla. (Puede ser más...)
– 40 gr de azúcar flor.
– 250 gr concentrado de peras.
– 1 Cucharada de polvos de hornear.
– 1 Cucharadita de bicarbonato.
– 2 Huevos.
– Manjar para decorar. (Opcional)
PREPARACIÓN:
1. En un vaso de juguera batir mantequilla, azúcar y concentrado de peras hasta que esté cremoso y espeso.
2. Agregar los huevos de a uno y el bicarbonato. Batir lo suficiente hasta que esponje.
3. Pasar todo a un bowl y mezclar con la harina cernida y los polvos de hornear.
4. Vaciar de a cucharadas en los agujeros del molde y hornear por 20 minutos con llama baja o cómo sea tu horno.
Aunque me parecía un sinsentido triturar el concentrado de peras en la juguera y que se perdieran todos los trocitos de fruta, que es la parte entretenida de este postre, no me atreví a mezclarlo directo con la harina.
Es mi primer intento de mini queques y había muchas posibilidades
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