lunes, 31 de enero de 2022

PALETAS DE PLATANO, MIEL Y YOGUR

Paletas de Plátano

Uno de los primeros helados saludables que aprendí a elaborar fue utilizando plátanos como base. Esto dio como resultado un helado cremoso con pocos ingredientes.

En ese momento, el desafío estaba en la consistencia... por lo que después de trozar y congelar la fruta, había que batir y agregar lo que quisiéramos: chocolate, manjar, frutos secos, yogur, coco, pulpa de fruta, mermelada... la idea era excelente y entregaba un helado bajo en calorías, nutritivo y más encima cremoso.

Ahora volviendo a esos orígenes, mezclé plátano, yogur, miel y batí en la juguera por unos minutos. En esta oportunidad, no congelé los plátanos el día anterior y más bien me dediqué a fabricar un smoothie espeso.

Sobre todo, que para una paleta no hay tanta exigencia que el helado deba ser súper – hiper cremoso. Se necesita algo estable, que se sostenga en un trozo de madera y que a su vez, no deje pelados los dientes.

Por supuesto, siempre está la posibilidad de agregar más ingredientes y creatividad. El plátano es tan versátil que se adapta a todo tipo de sabores.


INGREDIENTES:
– 2 Plátanos medianos.
– 2 Yogur Protein+ sabor vainilla. (155 gr c/u)
– 1 Cucharada generosa de miel.
– Esencia de vainilla para acentuar el sabor. (Opcional)


PREPARACIÓN:
1. En un vaso de juguera mezclar platanos trozados, yogur, miel, esencia de vainilla y batir a velocidad alta hasta que esté todo integrado.

2. Rellenar los moldes con esta mezcla, agregar el palito y congelar hasta el otro día. En este caso, el menjunje es tan espeso que no es necesario amarrar nada como la vez anterior, sólo hay que tener la precaución de lavar los palitos antes de usar, para que no se pongan porfiados y se levanten.


martes, 25 de enero de 2022

Con la cabeza en las nubes...

Relatos Perrunos
Imagen de Viernes creativos El Bic Naranja

Solía ir todos los martes a instalarse en su lugar favorito. Siempre la misma banca, en el mismo parque, a unos pasos de su hogar.

Si su sitio estaba ocupado, tenía un plan. El tercer árbol, a la izquierda de su banca preferida. Allí, se sentada en el pasto con una bolsa llena de migas de pan desmenuzadas con esmero milimétrico.

Le gustaban los martes porque disfrutaba de un agradable rato observando pájaros, paseos perrunos y familias con niños que pese a sus gritos no lograban sacarla de sus pensamientos.

En cambio los domingos, el lugar se llenaba de luces que embotaban su cerebro y transformaban ese traqueteo diario en un diálogo incesante.

No faltaba el perro amigo que se acercaba a “olisquear” qué traía entre manos. Ella, que siempre se llevó mejor con animales que humanos, solía apartar un trozo de pan para todo can, que quisiera acompañarla un rato en su viaje.

Sus familias humanas, no veían con buenos ojos que ella convidara pan a un "perro de marca" que sólo comía alimento premium.

Pero después de tantos años, estaba acostumbrada a las miradas de soslayo y a los cuchicheos a su alrededor. Vivía sola en un vecindario donde el rechazo y la desaprobación la perseguían a todos lados, especialmente cuando volvía a casa.


lunes, 17 de enero de 2022

EFECTO PANDEMIA

Relatos Perrunos
Imagen de Viernes creativos El Bic Naranja

–¿Y ustedes qué hacen aquí parados en medio de la nada? –pregunta un reportero luego de apuntarles con la cámara–. Debía averiguar sobre el colapso en los cementerios y ésta sin lugar a dudas, sería la foto que enmarcaría su artículo. Quería impresiones locales, pero se encontró con otra cosa...

–Es que estamos hartos de todo esto –largó uno de ellos, y con un tiro certero lanza una colilla desde lo alto en un orificio de la loza.

–¿Y eso por qué?

–Unos malditos científicos de la zona, descubrieron como hacer diminutos los cadáveres y ahora nadie quiere enterrar a sus difuntos. Prefieren meterlos en macetas y utilizarlos como abono para plantas. De esa forma, los muy idiotas piensan que mantienen vivos a sus seres queridos para siempre.

–Ya nada es como antes –acota el otro, moviendo la cabeza con resentimiento.


sábado, 15 de enero de 2022

HELADO DE PALETA SABOR CAPPUCCINO

Cuando partí haciendo helados, hace ya más de un año, mi meta era lograr algo saludable y cremoso que se sirviera en bolita. Al helado de paleta lo miraba bien a huevo porque según yo, con haber fabricado de niña bastaba y sobraba, pero no.

Feroz tortazo al descubrir que mis paletas no cumplían con los estándares que tenía en mente. Hay que pensar que han pasado sus buenos años y ahora también soy mucho más exigente con lo que hago.

Los helados en bolita quedaron bastante aceptables, sobre todo los elaborados con frutos secos. Ahora, el desafío estaba en realizar una paleta que no rompiera los dientes, tuviera poca caloría, buen sabor y además, sin químicos o grasa como la crema.

Mi proyecto era bien ambicioso y a decir verdad, me dio hartos dolores de cabeza. Al final, no me quedó otra que ceder un poco y decidir entre azúcar o grasa si quería un helado que no fuera una roca incomible.

Por lo tanto, entre leche evaporada, crema para batir o leche condensada, me decanté por esta última que fue la gran solución a todos mis males.


INGREDIENTES:
– 200 ml de leche sabor Cappuccino.
– 1 Cucharada grande de café instantáneo.
– 3 Potes de yogur griego. (110 gr c/u)
– 100 ml de leche condensada.


PREPARACIÓN:
1. En una cacerola a fuego bajo, disolver la cucharada de café y los 100 ml de leche condensada en la leche sabor Cappuccino, revolviendo constantemente hasta que esté todo integrado. Cuidar que la leche no se caliente demasiado para que no forme nata.

2. Vaciar esta mezcla en un vaso de juguera junto con el yogur del sabor que quieras... He probado con vainilla, natural, coco y todos quedan igual de buenos, es cosa de gustos. Batir a velocidad alta unos segundos y congelar en un bowl hasta que tome "cuerpo". El fondo será lo primero que se congele.

3. Vaciar al vaso de juguera otra vez y batir un rato hasta que todos los trozos congelados se homogenicen. Finalmente, llenar los moldes de paleta y dejar en el congelador hasta el otro día.

Es un helado que queda bastante bien. Se siente el sabor a café, y la leche condensada junto con el yogur entregan suficiente cremosidad para ser una paleta medianamente decente.


Los moldes fueron otra historia, compré unos que prometían helados maravillosos, pero a los creativos no se les ocurrió nada mejor, que hacer un agarre tan corto que se desprendía cada vez que quería sacar un helado... Aunque estuvieran hechos de un día para otro, aunque pusiera la base en agua caliente, siempre me quedaba con el chupete en la mano.

Mis Primeras Paletas Mis Primeras Paletas

Y como a veces, arreglar las cosas con 3 palos y un alambre si funciona, terminé usando unos de madera afirmados con scotch, que a decir verdad fueron una excelente solución... Helado sin palo

Paletas de Café

En YouTube he visto otras formas... como poner film o papel aluminio y directamente clavarle un palo encima, pero para mi gusto es bien difícil apuntarle y que quede centrado. La otra opción sería dejar los moldes un rato en el congelador y sacarlos a medio camino... aunque se corre el riesgo de comer la paleta con cuchara, jeje!

Imagino que cada uno tendrá sus métodos y preferencias... o utilizará unos moldes mucho más decentes que los míos. Yo por lo menos, doy por superado el desafío, y aunque esta vez utilicé café para dar sabor a la paleta, seguiré probando con otro tipo de ingredientes a ver qué más sale de toda esta historia.


Perrito divertido