Soy principiante de principiante. Nunca antes me había detenido a pensar si podría hacer este tipo de ejercicios... Desde fuera todo se ve tan complejo... con seres enroscados de cabeza, manteniendo el equilibrio con el dedo gordo del pie.
Pero en este último tiempo, debido a la obligación de estar más quieta en casa, me entró la curiosidad, gracias a “San YouTube” que me propuso justo lo que en ese momento podía estar necesitando, un canal de yoga.
Al principio no era muy constante y picaba uno que otro video, hasta que llegué a uno imposible de seguir... Ahí me di cuenta que la cosa no era a lo loco y lo mejor era empezar bien.
Partí con videos que trabajaban posturas específicas y movimientos lentos y de relajo, intercalados con otros de introducción y conocimiento, repitiendo tantas veces como el aburrimiento lo permitiera... Porque uno siempre quiere ver un video nuevo... Porque cuesta tomarse el tiempo de analizar cada postura en detalle, antes de pasar a la siguiente... Más si se está en el suelo y hay que ver la indicación por la tele.
Ver Original de Xuan Lan Yoga.
En mi caso, este canal de YouTube se adaptó bastante a mis necesidades. Tiene muchos videos orientados a personas que recién comienzan. La instructora es amena y te dice lo justo, en el momento preciso:
–¡Entra el ombligo! –Mientras cambias a la siguiente postura.
–¡No dejes de respirar! –En el preciso instante que estas morada intentando controlar el equilibrio. XD
Cosas que aprendí en este tiempo de yoga.
1. A respirar por la nariz. De adultos, nos acostumbramos a respirar de forma superficial y por la boca. Al llevar tanto tiempo funcionando así, el cuerpo "alega" mostrando angustia y ansiedad.
2. A pararme erguida. Ombligo adentro, coxis hacia abajo, hombros relajados y hacia atrás, muslos activos... Tantas horas sentados, falta de ejercicio, mala postura, mantienen cuello y hombros con una mochila llena de piedras, que cargamos a diario acostumbrados al dolor y a la poca flexibilidad.
3. A meditar utilizando la respiración o una palabra. No tiene por qué ser sanscrito, arameo o ruso, cualquier palabra sirve.
4. A relajar la mente aunque sea 5 minutos. Y aquí he aprendido varias cosas:
–Que ese tiempo de “desconexión” pasa volando y parecen segundos.
–Que un par de cojines asientan las caderas y dan comodidad.
–Que cerrar los ojos y escuchar una meditación guiada es mucho más fácil que estar en silencio. Además, existen miles de videos y recursos en Internet para encontrar el que más nos acomode.
–Que hay que buscar una postura cómoda pero erguida... sino te duermes. XD
–Que es necesario ponerse calcetines y una bufanda.
–Que los pensamientos intrusivos así como vienen, se van.
–Que una personalidad inquieta puede, con fuerza de voluntad, crear el hábito de meditar.
5. A tener paciencia porque no todo saldrá a la primera. Es importante aprender a ejecutar bien cada postura, si el ejercicio es rápido y fluido lo más probable es que vayamos detrás como banderita, siempre atrasados, saltandonos partes y haciendo los ejercicios a medias por querer alcanzar la instrucción.
Pero en este último tiempo, debido a la obligación de estar más quieta en casa, me entró la curiosidad, gracias a “San YouTube” que me propuso justo lo que en ese momento podía estar necesitando, un canal de yoga.
Al principio no era muy constante y picaba uno que otro video, hasta que llegué a uno imposible de seguir... Ahí me di cuenta que la cosa no era a lo loco y lo mejor era empezar bien.
Partí con videos que trabajaban posturas específicas y movimientos lentos y de relajo, intercalados con otros de introducción y conocimiento, repitiendo tantas veces como el aburrimiento lo permitiera... Porque uno siempre quiere ver un video nuevo... Porque cuesta tomarse el tiempo de analizar cada postura en detalle, antes de pasar a la siguiente... Más si se está en el suelo y hay que ver la indicación por la tele.
Ver Original de Xuan Lan Yoga.
En mi caso, este canal de YouTube se adaptó bastante a mis necesidades. Tiene muchos videos orientados a personas que recién comienzan. La instructora es amena y te dice lo justo, en el momento preciso:
–¡Entra el ombligo! –Mientras cambias a la siguiente postura.
–¡No dejes de respirar! –En el preciso instante que estas morada intentando controlar el equilibrio. XD
Fuente: Pinkoi.com |
Cosas que aprendí en este tiempo de yoga.
1. A respirar por la nariz. De adultos, nos acostumbramos a respirar de forma superficial y por la boca. Al llevar tanto tiempo funcionando así, el cuerpo "alega" mostrando angustia y ansiedad.
2. A pararme erguida. Ombligo adentro, coxis hacia abajo, hombros relajados y hacia atrás, muslos activos... Tantas horas sentados, falta de ejercicio, mala postura, mantienen cuello y hombros con una mochila llena de piedras, que cargamos a diario acostumbrados al dolor y a la poca flexibilidad.
3. A meditar utilizando la respiración o una palabra. No tiene por qué ser sanscrito, arameo o ruso, cualquier palabra sirve.
4. A relajar la mente aunque sea 5 minutos. Y aquí he aprendido varias cosas:
–Que ese tiempo de “desconexión” pasa volando y parecen segundos.
–Que un par de cojines asientan las caderas y dan comodidad.
–Que cerrar los ojos y escuchar una meditación guiada es mucho más fácil que estar en silencio. Además, existen miles de videos y recursos en Internet para encontrar el que más nos acomode.
–Que hay que buscar una postura cómoda pero erguida... sino te duermes. XD
–Que es necesario ponerse calcetines y una bufanda.
–Que los pensamientos intrusivos así como vienen, se van.
–Que una personalidad inquieta puede, con fuerza de voluntad, crear el hábito de meditar.
5. A tener paciencia porque no todo saldrá a la primera. Es importante aprender a ejecutar bien cada postura, si el ejercicio es rápido y fluido lo más probable es que vayamos detrás como banderita, siempre atrasados, saltandonos partes y haciendo los ejercicios a medias por querer alcanzar la instrucción.
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