sábado, 14 de agosto de 2021

MI ROLLO CON EL PELO

No suelo preocuparme por mi cabello y a decir verdad, lo maltrato bastante... tironeos, tintura y secador de pelo han hecho un verdadero desastre, sumado a la cantidad de pelo que la naturaleza me dio y que de niña he odiado por su volumen.

Si de mí dependiera, tendría un cabello ojalá lo más aplastado posible a la cabeza. Por supuesto, existen soluciones como planchas de pelo, mascarillas, ungüentos, aceites y tratamientos de todo tipo... pero implican un esfuerzo que no estoy dispuesta a realizar.

Con la piel no es lo mismo, siempre he sido pretenciosa y trato de mantener una rutina de limpieza y cuidados, probando productos y buscando soluciones. Sin embargo, el pelo me cuesta tratarlo... Si se ve feo, me chanto un gorro; Si está reseco, lo corto. El teñido sería mi mayor esfuerzo y casi siempre estiro el chicle hasta que la cana comienza a hacerse notar.

Ni hablar de peluquería, creo que con suerte he ido unas tres veces en toda mi vida. Cuando niña, mi madre con antecedentes de peluquera, me mantenía el pelo. Ahora, simplemente lo corto yo... y aunque en algunas ocasiones he dejado soberanas cagadas, hay veces que le apunto y queda bastante bien.

Cuando era adolescente, mis pares ya se gastaban un platal en peluqueros y productos. Yo con suerte lo aseaba y mantenía corto. Quizás el deporte contribuyó a que el pelo fuera un estorbo, quizás la falta de estímulos, también dejación, flojera, trancas mentales...

Ahora, con esto de la pandemia y más tiempo para mirarse al espejo, la pretensión se ha hecho cargo y comienzas a notar que quizás el descuido, no fue tan buena idea y podrías intentar mejorar un poco lo que ves.


Rollo con el Pelo


Hace poco cambié el shampoo común y silvestre, por este tío al que le hacen propaganda en la tele. Partí por pura casualidad buscando un acondicionador nuevo porque siempre compro la misma marca que uso de memoria y no arregla nada.

Es un envase pequeño de color azul que dice “engrosador” y que al parecer, es para la caída del pelo en hombres... Eso lo vine a descubrir después... pero tiene otras líneas enfocadas a la mujer, que ya probaré. Revés

Lo primero que me gustó fue su aroma a miel, que impregna todo el baño y que deja el cabello muy perfumado. El bálsamo hizo efecto de inmediato, dado el daño que mi pelo tenía. Eso me animó a comprar el shampoo y seguir incursionando con este tío.

Como conclusión, diría que para personas que solemos descuidar la melena, es una alternativa bastante decente, a un precio razonable, sin tener que recurrir a tratamientos específicos, que lo más probable terminen arrumbados en el fondo de un cajón por un montón de años.


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