Si hay algo para lo que confieso ser bastante incompetente, es en la cocina. Algo de empeño le he hecho en algún momento de mi vida pero a decir verdad, con lamentables resultados.
Por fortuna, la modernidad ha permitido que me mantenga a flote, sin tener que recurrir a elaboradas preparaciones llenas de etapas infinitas, que una vez terminadas y presentadas con orgullo, son recibidas por mis victimas generalmente con escasas muestras de afecto.
Hoy, debido al confinamiento y a esa imperiosa necesidad por comer algo dulce, volvió a aflorar ese instinto culinario tan escondido en mi interior. El plan, hacer una tartaleta dulce con elementos que tuviera en casa.
Como buena principiante, antes de introducirme en la labor, leí muchas recetas... pero eso me dejó más confundida que aliviada.
Unos dicen que mezcle la mantequilla y el azúcar para hacer la masa, otros que bata muuuuchas claras, demasiadas... o que sólo utilice yemas, poco menos que oreadas al sereno por 40 noches y de gallinas con pluma blanca en sus alas.
Mientras que algunos usan varias harinas... Integral, de avena, de almendras, con polvos de hornear... o masa madre, Uuuffff!! Tanto término técnico, tantos ingredientes, tantos métodos distintos.
Al final, seguí mi olfato y terminé con un revoltijo de recetas, que si bien hicieron que la preparación quedara bastante comestible, siempre se puede mejorar. Cada uno tiene sus propios gustos y maneras en la cocina que más le acomodan.
Yo por lo menos, doy por superado este desafío y dejo aquí registrado el procedimiento por si mi yo del futuro se anima en algún momento a realizar esta proeza gastronómica otra vez.
INGREDIENTES PARA LA MASA:
– 2 ½ Tazas de Harina.
– 100 gr de mantequilla.
– 1 Cucharada de polvos de hornear.
– ½ Cucharadita de sal.
– ¼ Taza de azúcar o miel.
– 2 Huevos.
– Leche si es necesario.
– Ralladura de cáscara de limón.
INGREDIENTES PARA RELLENO:
– 3 Manzanas medianas.
– Jugo de 1 limón.
– 1 Cucharada de azúcar o miel.
– 1 Sobre de mermelada.
PREPARACION:
1. Enmantequillar y enharinar un molde para tarta de aprox. 26 cm de diámetro.
2. En un bowl mezclar las 2 ½ tazas de harina, previamente cernida, con la mantequilla... Si es mantequilla en trozo (no blanda) es mejor entibiarla y una vez líquida juntarla con la harina, esto hace que sea más fácil unir los ingredientes.
3. Frotar con los dedos hasta conseguir migas como arena, agregar los polvos de hornear, un poco de sal para acentuar los sabores y azúcar a gusto, yo agregué ¼ de taza solamente... puede ser miel. La idea es que la masa no quede tan dulce y el relleno sea el protagonista, pero eso es cosa de gustos.
4. A continuación, agregar los huevos de a uno y mezclar con una cuchara. Si la masa se ve seca, añadir leche hasta que la consistencia sea la de un chicle y por último la ralladura de limón. Esparcir bien sobre el molde de tarta hasta las orillas.
5. Cocinar a fuego bajo por 10 minutos aproximadamente, esto dependerá del tipo de horno. Yo utilice uno eléctrico a 175°. La masa no se tiene que cocinar, si sube mucho pinchar con un tenedor.
6. Aparte pelar las manzanas, cortar en rodajas, endulzar con miel o azúcar y agregar el jugo de limón para que la manzana no se oxide, reservar.
7. Una vez fría la masa, colocar las rodajas de manzanas bien distribuidas y esparcir encima el jugo de limón. A continuación, agregar todo el sobre de mermelada para que las rodajas de manzana no se resequen en el horno. Debe quedar toda cubierta con una capa de dulce, esto es importante.
8. Cocinar aproximadamente a 200° durante 45 minutos o hasta que la masa se vea cocida y la mermelada caramelizada.
Por fortuna, la modernidad ha permitido que me mantenga a flote, sin tener que recurrir a elaboradas preparaciones llenas de etapas infinitas, que una vez terminadas y presentadas con orgullo, son recibidas por mis victimas generalmente con escasas muestras de afecto.
Hoy, debido al confinamiento y a esa imperiosa necesidad por comer algo dulce, volvió a aflorar ese instinto culinario tan escondido en mi interior. El plan, hacer una tartaleta dulce con elementos que tuviera en casa.
Como buena principiante, antes de introducirme en la labor, leí muchas recetas... pero eso me dejó más confundida que aliviada.
Unos dicen que mezcle la mantequilla y el azúcar para hacer la masa, otros que bata muuuuchas claras, demasiadas... o que sólo utilice yemas, poco menos que oreadas al sereno por 40 noches y de gallinas con pluma blanca en sus alas.
Mientras que algunos usan varias harinas... Integral, de avena, de almendras, con polvos de hornear... o masa madre, Uuuffff!! Tanto término técnico, tantos ingredientes, tantos métodos distintos.
Al final, seguí mi olfato y terminé con un revoltijo de recetas, que si bien hicieron que la preparación quedara bastante comestible, siempre se puede mejorar. Cada uno tiene sus propios gustos y maneras en la cocina que más le acomodan.
Yo por lo menos, doy por superado este desafío y dejo aquí registrado el procedimiento por si mi yo del futuro se anima en algún momento a realizar esta proeza gastronómica otra vez.
INGREDIENTES PARA LA MASA:
– 2 ½ Tazas de Harina.
– 100 gr de mantequilla.
– 1 Cucharada de polvos de hornear.
– ½ Cucharadita de sal.
– ¼ Taza de azúcar o miel.
– 2 Huevos.
– Leche si es necesario.
– Ralladura de cáscara de limón.
INGREDIENTES PARA RELLENO:
– 3 Manzanas medianas.
– Jugo de 1 limón.
– 1 Cucharada de azúcar o miel.
– 1 Sobre de mermelada.
PREPARACION:
1. Enmantequillar y enharinar un molde para tarta de aprox. 26 cm de diámetro.
2. En un bowl mezclar las 2 ½ tazas de harina, previamente cernida, con la mantequilla... Si es mantequilla en trozo (no blanda) es mejor entibiarla y una vez líquida juntarla con la harina, esto hace que sea más fácil unir los ingredientes.
3. Frotar con los dedos hasta conseguir migas como arena, agregar los polvos de hornear, un poco de sal para acentuar los sabores y azúcar a gusto, yo agregué ¼ de taza solamente... puede ser miel. La idea es que la masa no quede tan dulce y el relleno sea el protagonista, pero eso es cosa de gustos.
4. A continuación, agregar los huevos de a uno y mezclar con una cuchara. Si la masa se ve seca, añadir leche hasta que la consistencia sea la de un chicle y por último la ralladura de limón. Esparcir bien sobre el molde de tarta hasta las orillas.
5. Cocinar a fuego bajo por 10 minutos aproximadamente, esto dependerá del tipo de horno. Yo utilice uno eléctrico a 175°. La masa no se tiene que cocinar, si sube mucho pinchar con un tenedor.
6. Aparte pelar las manzanas, cortar en rodajas, endulzar con miel o azúcar y agregar el jugo de limón para que la manzana no se oxide, reservar.
7. Una vez fría la masa, colocar las rodajas de manzanas bien distribuidas y esparcir encima el jugo de limón. A continuación, agregar todo el sobre de mermelada para que las rodajas de manzana no se resequen en el horno. Debe quedar toda cubierta con una capa de dulce, esto es importante.
8. Cocinar aproximadamente a 200° durante 45 minutos o hasta que la masa se vea cocida y la mermelada caramelizada.
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