Ya sea por moda o simple capricho muchos adquieren perros de “raza”, los miman cuando cachorros y los encuentran adorables... pero el animal crece y resulta que se transforma en un ser ingobernable porque nunca se le puso reglas o se le enseñó mínimas normas de comportamiento animal. Al final, aburridos terminan viéndolo como un “cacho”. Ya no es el lindo cachorrito con el que solían jugar, ahora resulta que mordió a la hija de un amigo, se pelea con los perros vecinos y hasta tarascones imprevistos ha lanzado en su momento.
Entonces, dejamos de sentir afecto… porque perdemos la paciencia, porque comienza a molestarnos y en lugar de ENSEÑAR, simplemente optamos por lo fácil... Un día cualquiera lo metemos a un auto y lo dejamos en la autopista, a su suerte... problema resuelto!
Seguimos con nuestra vida así tan a nuestras anchas, nos olvidamos del asunto/cacho y para no sentirnos mal, cada cierto tiempo nos repetimos... “Lo dejé en un lugar donde pasa mucha gente, ya encontrará un nuevo hogar”.
Pero resulta que eso NO sucede... pasa el tiempo y el pobre perro que alguna vez tuvo un techo y ropa calentita ahora pasa días con hambre, sed y fatiga.
Finalmente encuentra un lugar donde acogerse, un sitio con otros perros en igual condición... pero resulta que es hembra, llega el celo, la preñez y nuevos integrantes a esta “selva de cemento”. De 6 cachorros sobreviven 2 que difícilmente conseguirán hogar pero que en UNOS MESES contribuirán con esta pirámide interminable y sin fin que significa el maltrato animal. Porque los animales en las calles también son una forma de maltrato, son un sistema invisible que nadie ve... o prefiere hacer que no ve. Porque es más fácil, porque no es tu problema!!
Pero resulta que esa pirámide exponencial es RESPONSABILIDAD de TODOS, debido a que no somos capaces de educar a un cachorro, no tenemos la paciencia suficiente para discriminar y discernir porqué nuestro perro se comporta de un determinado modo. Lo miramos y vemos una lámpara, no un ser vivo con capacidades intelectuales, sentimientos y emociones. No se trata de humanizarlo, el tema no va por ahí... El tema pasa porque somos inconscientes de lo que sucede en nuestro entorno y del dolor ajeno.
Recuerdo perfecto la conmoción que me produjo la matanza de perros “vagos” en La Moneda por ahí por el 2006, resulta que en ese lugar se realizaría un importante evento de presidentes y las autoridades de turno no encontraron nada mejor que hacer una “limpieza” de todos los quiltros del radio, perros conocidos por todos, amigos de quiosqueros y de gente que trabajaba en la zona.
A mí me llego particularmente de cerca porque conocía a la agrupación animalista que apadrinó a esos perros... hacían patrullajes TODOS los días del año, se turnaban festivos y fin de semana para ver su bienestar, socializar y alimentar, porque el perro come todos los días no solo en la semana cuando la gente les da algo de vez en cuando.
Y ese hecho me quedo grabado a fuego, tanto esfuerzo borrado del mapa de un pincelazo, no importaba nada, la orden era hacerlos desaparecer y tristemente así de fácil fue... nadie pataleo, nadie protestó, nadie lloró, simplemente fueron olvidados y punto.
Ahora en Chile tenemos la “Ley Cholito” esa que nos habla de tenencia responsable, de animales “domésticos o de compañía”, esa que sanciona a todo aquel que no coloque un chip o inscriba a su can. Pero como acá en Chile somos campeones para prohibir o hacer todo a medias, me pregunto:
...y que pasará OTRA VEZ, con todos esos cachupines que viven en la calle?? Quién se hará cargo de ellos, donde los reubicarán... Las municipalidades tendrán los recursos para sostener caniles con la cantidad de perros que hay??? Quién les pondrá el chip?? porque ahora el “perro legal” es el que lleve un chip de 15 dígitos... si alguno perdido por casualidad tiene el chip anterior, ese NO SIRVE porque el que vale es el de ahora... Pafff!! No debería ser universal??
Entonces re fácil, hagamos borrón y cuenta nueva... Todos los perros anteriores no corren, ahora los inscritos serán los que realmente tienen derechos por sobre los demás.
No me malinterpreten no estoy en contra de la ley, algo es algo y ha venido a poner “un poco de orden” en todo este caos animal... a crear conciencia y cambiar la mentalidad sobre la esterilización. Soy partidaria del chip y la inscripción, pero la verdad que también veo algo de negociado por ahí...
Qué pasará con las personas que tienen varios perros, quién fiscalizará todo este engendro de ley? Iremos por la calle con nuestro amigo peludo tipo 9 de la noche y vendrá un inspector municipal a hacernos una especie de detención por sospecha..?? Nos pedirá papeles o andará corriendo tras el cachupín con una maquinita para verificar si lo lleva en su lomo..???
Por eso creo en la necesidad de tomar conciencia, más que de hacer un registro, inscribir o multar, creo en la necesidad de organizarse entre todos... pero no a medias tintas, DE VERDAD haciendo campañas Municipales subvencionadas por el Estado, que en conjunto con asociaciones animalistas que conocen el problema de fondo, ESTERILICEN a todo quiltro que ande en la calle que sea mayor de 6 meses. Es la única forma de que esta infernal pirámide decrezca.
Muchos de los perros que hoy se encuentran en las calles, ALGUNA VEZ tuvo hogar. Un porcentaje no menor de ellos es de “raza” y de los que nacen en la calle y sobreviven, la posibilidad de ser adoptados se reduce casi a CERO. He ahí la importancia de CONTROLAR la sobrepoblación mediante la esterilización.
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