Estás en tu casa, tu madre te pide que le traigas algo de la cocina... una jarra llena de jugo. No hay problema!! dices tu. Te paras Ipso facto y vas derecho a la cocina... ella con cierta preocupación te grita a la pasada: TEN CUIDADO cuando la traiiigaas!! Asientes, todo pasa muy rápido.
Cuando vienes de vuelta, tu madre te mira con aprensión. Tu vienes segura de ti misma, de tus pasos... ella te vuelve a repetir: CUIDADOO, que se te vaaa a caeeer!! tú la miras con incredulidad... Como se te va a caer si la tienes aferrada con tu vida.
Ya estas por llegar, ella te observa, te sigue con la mirada como conteniendo la respiración, te vuelve a decir: Ten Cuidaadoooo!!! Llegando a la mesa de pronto, la jarra movida por una fuerza sobrenatural salta de tus manos, cae al suelo... se hace añicos, se vierte el jugo, te mojas entero, la miras y ella te dice... Te lo dije, ja ja!!
Todos hemos experimentado una situación similar en algún momento de nuestras vidas, sobre todo cuando niños... pareciera que tu madre fuera maga, adivina. Como supo que la bendita jarra se iba a caer??
Pero detengámonos un momento a pensar... Y si esto ocurrió NO porque ella ADIVINARA sino porque se CONCENTRÓ tal nivel de ENERGÍA en el aire que su propio miedo hizo que esto sucediera?
Es decir, cuando nos invade la fatalidad y se nos llena la cabeza de dudas... estamos presintiendo las cosas o haciendo que estas se produzcan?
La mayoría hemos escuchado de energías positivas o negativas y aunque es sabido que lo positivo trae beneficios... de manera natural, solemos tener más pensamientos negativos rondando nuestras cabecitas.
Si andamos con la nube todo el día, enrabiados, quejándonos de nuestra pobre existencia y de que todo nos sale mal, terminaremos haciendo que todo salga mal, simplemente porque no ponemos de nuestra parte para que PASEN COSAS BUENAS.
Quizás no podamos manejar un acontecimiento al “azar”, pero SI PODEMOS controlar nuestra actitud, cambiando la manera de enfrentar nuestra cotidianeidad... Si te machucas un dedo, no te desquites con el primero que pase... Si tu hijo derrama el desayuno no te vayas enojado a la pega porque tendrás un día de mierda... Si tu perro destroza tu zapatilla favorita, ponte en su lugar y piensa porque lo hizo... está aburrido, quiere llamar la atención.
No pensemos que el mundo está en nuestra contra por el simple hecho de que las cosas no salen como queremos, mejor busquemos soluciones, alejando esas moscas que siempre se pasean por nuestro cerebro y tomando las situaciones que se nos presentan de otro modo.
Es fácil entrar en caos cuando todo va mal, lo valeroso es mantener la templanza necesaria en esa misma situación.
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