Como a todos en algún momento de su existencia les ha pasado, pesque un resfrío.... Ufff dolor de garganta, de huesos, escalofríos, decaimiento, como los días pasaban y mi condición no mejoraba decidí ir al Doctor, este como es habitual en estos casos me extendió una receta con un listado de remedios entre antibióticos, antivirales y antiinflamatorios.
Na’ que hacer, de ahí a la farmacia a comprar lo necesario y como estaba cerca llevé mi receta a una de estas tres famosas farmacias que gobiernan el centro de Santiago, esas mismas de la historia de la colusión y que en la actualidad tienen la totalidad del mercado.
Cual fue mi sorpresa al pedirle a la dependienta que me dijera cuanto era el valor de la receta... uyyy aparte de resfrío, dolor de estomago!! ...si sumaba la consulta médica, más la cuenta de la receta, era demasiado para mi escuálido bolsillo de ese momento.
Resignada y sin remedios, me fui caminando y encontré por casualidad una farmacia del Dr. Simi, estas que desde hace un tiempo comenzaron a aparecer en varios sectores de la ciudad y que llegaron sin bombos ni platillos a hacer lo suyo, vender remedios genéricos.... y en cierto modo también a poner la cuota de equilibrio en el mercado.
Allí, una señora muy atenta se encargó de mi receta y mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta que acá la cuenta era CUATRO veces menos al valor de la anterior farmacia, CUATRO VECES MENOS!!! Al parecer, las cadenas de farmacias de la colusión no aprendieron nada con el tema y siguen con el mismo sistema engañoso de siempre. Todo mal..!!!
Na’ que hacer, de ahí a la farmacia a comprar lo necesario y como estaba cerca llevé mi receta a una de estas tres famosas farmacias que gobiernan el centro de Santiago, esas mismas de la historia de la colusión y que en la actualidad tienen la totalidad del mercado.
Cual fue mi sorpresa al pedirle a la dependienta que me dijera cuanto era el valor de la receta... uyyy aparte de resfrío, dolor de estomago!! ...si sumaba la consulta médica, más la cuenta de la receta, era demasiado para mi escuálido bolsillo de ese momento.
Resignada y sin remedios, me fui caminando y encontré por casualidad una farmacia del Dr. Simi, estas que desde hace un tiempo comenzaron a aparecer en varios sectores de la ciudad y que llegaron sin bombos ni platillos a hacer lo suyo, vender remedios genéricos.... y en cierto modo también a poner la cuota de equilibrio en el mercado.
Allí, una señora muy atenta se encargó de mi receta y mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta que acá la cuenta era CUATRO veces menos al valor de la anterior farmacia, CUATRO VECES MENOS!!! Al parecer, las cadenas de farmacias de la colusión no aprendieron nada con el tema y siguen con el mismo sistema engañoso de siempre. Todo mal..!!!
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