Algo que me ha estado pasando en este último tiempo, es que por algún motivo, me está costando relacionar ideas y crear un texto más o menos coherente. Incluso, me ha pasado con las entradas del blog o para presentar alguna manualidad. Me paralizo y no sé por dónde empezar.
Al final, termino pidiendo muchas referencias a Bing Chat, ahora Copilot, que es la IA que estoy usando en estos momentos. Suelo no ocupar sus textos porque al final, me destrabo y los termino haciendo yo... pero creo, es un trámite demás sólo por inseguridad.
Algo que hace unos meses hacia sin estas aplicaciones. Con mis dificultades por supuesto, pero tanto el desarrollo como el resultado salían más rápido que ahora, porque tenía claro que si esto no lo hacía yo nadie lo haría por mí.
Ahora, las nuevas tecnologías han permitido obtener textos muy bien elaborados, tan sólo dándole ciertos parámetros... y eso ha hecho que mi nivel de perfeccionismo se dispare.
Bajo la premisa de “siempre se puede hacer mejor”, el proceso se transforma en un inagotable viaje de búsqueda por desarrollar mi mejor texto. Leyendo las referencias del bueno de Bing y las entradas que me fabrica para “copiar y pegar”.
Yo me niego a esa idea porque pienso y siento, que más que competencia... más que reemplazar la creatividad humana, la IA Generativa vino a ser una herramienta para la “co-creación”, donde nuestras ideas y premisas se vean siempre potenciadas y MEJORADAS por estas aplicaciones, que al fin y al cabo es lo que hacen, generar contenido.
Y dependerá de nosotros que esto así sea... porque a nuestro cerebro le encanta que le den las cosas masticadas. Sobre todo, si son tareas que requieren cierta elaboración o tan sólo se tiene una “vaga” idea de lo que podría ser... Ahí, no hay nada mejor que te presenten el trabajo terminado y seamos sinceros, es absolutamente tentador pedir que la IA genere una entrada para blog, web, redes sociales o para lo que sea. Incluso, diciéndole que “copie” el tono o estilo de tu propia escritura o la de otros.
Personalmente, he sometido algunos de mis humildes relatos a la revisión de ChatGPT y recibí de vuelta sugerencias y comentarios que me permitieron redirigir la historia y mejorar mi idea original. Y a decir verdad, me sorprendió. Porque estas herramientas acercan la creatividad a todo aquel que desee por ejemplo, hacer un relato. Tal como sucedió en su momento con la fotografía y las redes sociales.
Si miramos esto con humildad, que a decir verdad, he visto en la blogósfera grupos de escritores que se han montado una verdadera guerra contra la máquina. Desde rechazo total hasta derechamente competir con ella y puessss... Me suena un poquito a orgullo mal parido.
No puedes competir con una computadora, que además alberga una cantidad sobrehumana de datos. Por mucho que se tenga “romantizada” la idea que la creatividad es poco menos que un “DON”. Algo que no es cierto porque todos somos creativos. Algunos más, otros lo serán menos... porque han tenido más o menos oportunidades de potenciar su capacidad de crear, pero en lo cotidiano, en la vida diaria, debemos constantemente resolver problemas y eso también es creatividad.
Al final, termino pidiendo muchas referencias a Bing Chat, ahora Copilot, que es la IA que estoy usando en estos momentos. Suelo no ocupar sus textos porque al final, me destrabo y los termino haciendo yo... pero creo, es un trámite demás sólo por inseguridad.
Algo que hace unos meses hacia sin estas aplicaciones. Con mis dificultades por supuesto, pero tanto el desarrollo como el resultado salían más rápido que ahora, porque tenía claro que si esto no lo hacía yo nadie lo haría por mí.
Ahora, las nuevas tecnologías han permitido obtener textos muy bien elaborados, tan sólo dándole ciertos parámetros... y eso ha hecho que mi nivel de perfeccionismo se dispare.
Bajo la premisa de “siempre se puede hacer mejor”, el proceso se transforma en un inagotable viaje de búsqueda por desarrollar mi mejor texto. Leyendo las referencias del bueno de Bing y las entradas que me fabrica para “copiar y pegar”.
Yo me niego a esa idea porque pienso y siento, que más que competencia... más que reemplazar la creatividad humana, la IA Generativa vino a ser una herramienta para la “co-creación”, donde nuestras ideas y premisas se vean siempre potenciadas y MEJORADAS por estas aplicaciones, que al fin y al cabo es lo que hacen, generar contenido.
Y dependerá de nosotros que esto así sea... porque a nuestro cerebro le encanta que le den las cosas masticadas. Sobre todo, si son tareas que requieren cierta elaboración o tan sólo se tiene una “vaga” idea de lo que podría ser... Ahí, no hay nada mejor que te presenten el trabajo terminado y seamos sinceros, es absolutamente tentador pedir que la IA genere una entrada para blog, web, redes sociales o para lo que sea. Incluso, diciéndole que “copie” el tono o estilo de tu propia escritura o la de otros.
Mi primer intento con DALL·E 😼 |
Personalmente, he sometido algunos de mis humildes relatos a la revisión de ChatGPT y recibí de vuelta sugerencias y comentarios que me permitieron redirigir la historia y mejorar mi idea original. Y a decir verdad, me sorprendió. Porque estas herramientas acercan la creatividad a todo aquel que desee por ejemplo, hacer un relato. Tal como sucedió en su momento con la fotografía y las redes sociales.
Si miramos esto con humildad, que a decir verdad, he visto en la blogósfera grupos de escritores que se han montado una verdadera guerra contra la máquina. Desde rechazo total hasta derechamente competir con ella y puessss... Me suena un poquito a orgullo mal parido.
No puedes competir con una computadora, que además alberga una cantidad sobrehumana de datos. Por mucho que se tenga “romantizada” la idea que la creatividad es poco menos que un “DON”. Algo que no es cierto porque todos somos creativos. Algunos más, otros lo serán menos... porque han tenido más o menos oportunidades de potenciar su capacidad de crear, pero en lo cotidiano, en la vida diaria, debemos constantemente resolver problemas y eso también es creatividad.