Aunque la temporada de membrillo está llegando a su fin, aún se pueden encontrar en algunas tiendas o mercados.
Es un fruto que me gusta bastante, incluso comerlo así sin más. Cuando iba al colegio, había compañeras que le echaban sal. A mis ojos era una excentricidad y cuando lo probé, lo encontré bastante malo a decir verdad. Así que, para no ser menos yo le agregaba azúcar. Jaja!
Ahora, un poco más sofisticada, trocé la fruta y la eché a una cacerola con un poco de agua y azúcar. El resultado fue magnífico así como postre.
El helado vino después, batiendo en la juguera un poco de esta fruta cocida y sin agregar nada más, vacié a unos moldes de paleta y listo! 🙌
Es una mezcla tan espesa que se pueden hacer hasta dibujos con ella... XD
INGREDIENTES:
– 6 Membrillos medianos.
– ¾ Taza de azúcar granulada aproximadamente... o más si quieres.
– 1 Pizca de canela molida.
PREPARACIÓN:
1. En una cacerola, hervir los membrillos trozados, sin pepas ni cuesco, con azúcar y un poco de agua hasta que se ablanden bien. Apagar el fuego y dejar que se enfríe.
2. En un vaso de juguera o minipimer, batir esta mezcla por unos minutos. La consistencia se espesa un motón... Creo que al ser una fruta carnosa, se presta muy bien para hacer helados de paleta sin quebrarse la cabeza o los dientes, jeje!
3. Vaciar el menjunje a unos moldes, colocar el palito, etc, etc... y dejar en el congelador idealmente de un día para otro o toda la noche.
¡Es algo simple y realmente rico! 🙂