jueves, 18 de marzo de 2010

EL CUENTO DEL RUT

Debido a una dermatitis en las manos por el contacto con algunas telas o papeles me recetaron una crema con nombre raro, de esas que se mandan a hacer en las farmacias. Al pedir a la dependienta que me dijera cuanto salía la receta de la famosa crema, me pidió el Rut, un dato que para mi gusto es personal, que nos identifica en esta sociedad “moderna” y que creo tengo la opción de decidir a quien se lo doy y a quien no. Como me resistí, la señora nada de amable simplemente no me quiso atender por lo que me tuve que ir con la cola entre las piernas a otro lugar.

Esta situación a todos nos ha pasado alguna vez y por lo general nadie se resiste a ello... se supone que la acción de pedirnos el Rut no sería otra que la de identificarnos como beneficiarios de algún sistema de descuentos que hoy en día la mayoría de los centros comerciales y retails poseen para sus clientes... pero que pasa cuando yo no soy cliente frecuente o simplemente no quiero ser parte del sistema?

El problema se presenta porque hoy en día nadie te atiende si no le das el condenado numerito, te lo piden para todo, para el supermercado, para comprar en la farmacia, en la perfumería, en la multitienda, hasta para preguntar el precio de un artículo, antes o después de la compra, siempre de alguna manera la vendedora te clava con la preguntita, sin mayores explicaciones, a secas... solo se debe dar porque el sistema es así y se enojan si les dices que no o simplemente no te venden como me pasó con la crema.... porque tanto afán por obtenerlo??

Ahhhaaa, ese es el tema, las empresas juntan estos Rut con el fin de recopilar bases de datos y venderlas al mejor postor. Existe todo un negocio en torno a esto y empresas especializadas se encargan de realizar perfiles de potenciales compradores y agruparnos por necesidades... Es por eso que después mágicamente comienzan a llamarnos ciertas empresas para ofrecernos créditos previamente aprobados o planes de cualquier cosa.

De hecho, hoy en día la mayoría de los retails tienen nuestros datos y esto ha llegado a tal punto que aunque NO tengamos tarjeta de dicha casa comercial o no estemos inscritos en ningún lado, gracias a esta recolección de datos con solo decir nuestro Rut a cualquier vendedora, de cualquier casa comercial, esta puede saber donde vivimos, teléfono, estado civil, situación laboral, y hasta cuando ganamos o si estamos en DICOM... terrorífico no??

Por lo demás, no me parece justo que este tráfico de datos se haga a espaldas nuestras, sin regulación, ni normativas y con el consiguiente peligro que ello conlleva. No me parece justo tener que dar explicaciones porque me resisto a ser parte del sistema o porque no quiero juntar puntos y obtener el maravilloso descuento que por lo demás sin la tarjeta no sirve de mucho....

Somos seres humanos libres, únicos e irrepetibles nacimos con el derecho a escoger y a resistirnos... ser clasificados y contados como ovejas NO es la opción.


Perrito divertido