Hace unos días con el fin de modernizar mi humilde módem Zyxel y así entrar a la nueva era de la Banda Ancha Móvil decidí probar por mí misma que tal es esta nueva tecnología 3G de la que he escuchado opiniones a favor y otras en contra...
Hasta ahí todo bien, la información en Internet indicaba las maravillas de esta nueva tecnología y lo cómodo de poseer un módem sin cables, mientras que los opositores hablaban sobre la mayor o menor cobertura que tiene el sistema para ciertas zonas apartadas y de si el aparatito navega a mayor o menor velocidad... Pero qué tipo de modelos existen y cuáles son sus características?? ...nadie hablaba mucho de eso.
Busqué entonces lo que me ofrecía el mercado y me encontré con la novedad de que todas las empresas vendían un determinado producto o servicio bajo las mismas condiciones o reglas, sin permitirme como usuario o comprador escoger qué producto y qué servicio deseo llevar.
Tanto cotizando por Internet como en terreno me encontré con la misma lamentable situación, no existe una variedad de modelos de módem donde elegir, de hecho sólo existe UN modelo y las opciones para adquirirlo son las mismas para las tres compañías que gobiernan el tema de la telefonía en Chile, todas bajo las mismas reglas, precios y condiciones... y no pude dejar de asociar esto con la famosa historia que se armó hace algunos meses sobre la colusión de las farmacias.
Mirando para atrás, lamentablemente este vil sistema de manejo económico no solo se ha utilizado en farmacias o telefonía sino que se vive a diario y en todo ámbito donde existan empresas enormes de mucho poder. Por lo general, el consumidor NO TIENE libertad de escoger y no nos queda más que conformarnos y amoldarnos a los productos que se nos impone... ya sea un arroz de una determinada marca, un módem o un remedio para el resfrío, todo está normado bajo los intereses económicos de las enormes empresas que los ofrecen y la lucha de las marcas por aparecer entre las exhibidas es épica.
No porque un supermercado esté lleno de artículos significa que existe variedad... es cosa de ir de compras a diario al más cercano a nuestro hogar y comprobar que la variedad de un mismo producto es limitada y que por lo general la disponibilidad no se mueve más allá de dos o tres marcas híper conocidas, muchas de ellas fusionadas o familiares entre sí.
Mención aparte son las marcas pequeñas que desean mostrar sus productos “artesanales” en este mundo de gigantes, existe en el país un sin número de Pymes con productos de gran calidad que no tienen más alternativa que comercializar en ferias del rubro, Internet o en su propio local. Si los supermercados abrieran espacios para qué empresas pequeñas tuvieran la oportunidad de exhibir sus productos en los estantes de igual a igual con las marcas grandes más conocidas todos crecerían, habría mayor competencia, mejor calidad y nosotros como consumidores podríamos escoger lo que más nos gusta.
El problema radica en que Chile no tiene verdaderas políticas anti monopolio y lo que existe no realiza una buena regulación protegiendo a las pequeñas empresas para que exista la libre competencia que todos queremos y necesitamos.
Hasta ahí todo bien, la información en Internet indicaba las maravillas de esta nueva tecnología y lo cómodo de poseer un módem sin cables, mientras que los opositores hablaban sobre la mayor o menor cobertura que tiene el sistema para ciertas zonas apartadas y de si el aparatito navega a mayor o menor velocidad... Pero qué tipo de modelos existen y cuáles son sus características?? ...nadie hablaba mucho de eso.
Busqué entonces lo que me ofrecía el mercado y me encontré con la novedad de que todas las empresas vendían un determinado producto o servicio bajo las mismas condiciones o reglas, sin permitirme como usuario o comprador escoger qué producto y qué servicio deseo llevar.
Tanto cotizando por Internet como en terreno me encontré con la misma lamentable situación, no existe una variedad de modelos de módem donde elegir, de hecho sólo existe UN modelo y las opciones para adquirirlo son las mismas para las tres compañías que gobiernan el tema de la telefonía en Chile, todas bajo las mismas reglas, precios y condiciones... y no pude dejar de asociar esto con la famosa historia que se armó hace algunos meses sobre la colusión de las farmacias.
Mirando para atrás, lamentablemente este vil sistema de manejo económico no solo se ha utilizado en farmacias o telefonía sino que se vive a diario y en todo ámbito donde existan empresas enormes de mucho poder. Por lo general, el consumidor NO TIENE libertad de escoger y no nos queda más que conformarnos y amoldarnos a los productos que se nos impone... ya sea un arroz de una determinada marca, un módem o un remedio para el resfrío, todo está normado bajo los intereses económicos de las enormes empresas que los ofrecen y la lucha de las marcas por aparecer entre las exhibidas es épica.
No porque un supermercado esté lleno de artículos significa que existe variedad... es cosa de ir de compras a diario al más cercano a nuestro hogar y comprobar que la variedad de un mismo producto es limitada y que por lo general la disponibilidad no se mueve más allá de dos o tres marcas híper conocidas, muchas de ellas fusionadas o familiares entre sí.
Mención aparte son las marcas pequeñas que desean mostrar sus productos “artesanales” en este mundo de gigantes, existe en el país un sin número de Pymes con productos de gran calidad que no tienen más alternativa que comercializar en ferias del rubro, Internet o en su propio local. Si los supermercados abrieran espacios para qué empresas pequeñas tuvieran la oportunidad de exhibir sus productos en los estantes de igual a igual con las marcas grandes más conocidas todos crecerían, habría mayor competencia, mejor calidad y nosotros como consumidores podríamos escoger lo que más nos gusta.
El problema radica en que Chile no tiene verdaderas políticas anti monopolio y lo que existe no realiza una buena regulación protegiendo a las pequeñas empresas para que exista la libre competencia que todos queremos y necesitamos.