No me extrañaría que a estas alturas, ya existan cámaras fotográficas con Inteligencia Artificial incorporada. Así como ya se encuentra integrada en muchos programas para edición o directamente incorporadas en los dispositivos móviles y computadoras.
Para los amantes de la fotografía,que considera que sin conocimientos técnicos no se alcanza el rango ni de amateur, esto vendría a remecer lo que se conoce hasta ahora.
El arte evoluciona y así como en su momento, la fotografía reemplazó a la pintura hecha a la medida y luego, las cámaras digitales “democratizaron” el proceso de revelado. Hoy en día, la IA está demostrando ser una poderosa herramienta de creación, facilitando el proceso para los menos avezados y produciendo una gran reticencia en aquellos que llevan años en el rubro, romantizándolo todo.
El tema es que ya desde hace tiempo se pueden tomar fotos decentes con una cámara automática o semi... y aunque me quemen por decir esto, nada que envidiar a una sesión de fotos profesional.
En mi caso, he podido tomar fotos macro con gran nivel de detalle. Sin parafernalia, accesorios o mañas. Solo con mi humilde Coolpix, buen pulso, composición y dejando los parámetros y detalles técnicos a la máquina.
Creo que en ese sentido esta tecnología nos beneficia mucho a los que somos aficionados. El ojo humano ppuede centrarse por completo en algo que la máquina aún no. Capturar ese instante de tiempo, el encuadre perfecto.
Hoy, prácticamente nadie haría una diferencia entre una foto con cámara digital o una hecha con rollo, revelado, paciencia infinita y mucha química. Por supuesto, siempre habrá quien prefiera lo tradicional y encontrará motivos para ello.
Personalmente, pienso que si bien es necesario saber los conceptos básicos de fotografía para tener más o menos la idea de lo que se desea expresar, querámoslo o no la tecnología llegó para quedarse.
Y cabe la posibilidad que a futuro ni siquiera seamos capaces de distinguir si el contenido fue elaborado por humanos o no.
A medida que estas tecnologías continúe desarrollándose, a los críticos de la fotografía con ajuste automático de hoy, no les quedará otra que aceptar que la calidad no solo tiene que ver con la técnica empleada, si no que es un conjunto de herramientas.
Y que una buena toma es producto del ojo humano y la experiencia, no solo funciones, combinación de parámetros y sensor.
Para los amantes de la fotografía,
El arte evoluciona y así como en su momento, la fotografía reemplazó a la pintura hecha a la medida y luego, las cámaras digitales “democratizaron” el proceso de revelado. Hoy en día, la IA está demostrando ser una poderosa herramienta de creación, facilitando el proceso para los menos avezados y produciendo una gran reticencia en aquellos que llevan años en el rubro, romantizándolo todo.
El tema es que ya desde hace tiempo se pueden tomar fotos decentes con una cámara automática o semi... y aunque me quemen por decir esto, nada que envidiar a una sesión de fotos profesional.
En mi caso, he podido tomar fotos macro con gran nivel de detalle. Sin parafernalia, accesorios o mañas. Solo con mi humilde Coolpix, buen pulso, composición y dejando los parámetros y detalles técnicos a la máquina.
Creo que en ese sentido esta tecnología nos beneficia mucho a los que somos aficionados. El ojo humano ppuede centrarse por completo en algo que la máquina aún no. Capturar ese instante de tiempo, el encuadre perfecto.
Hoy, prácticamente nadie haría una diferencia entre una foto con cámara digital o una hecha con rollo, revelado, paciencia infinita y mucha química. Por supuesto, siempre habrá quien prefiera lo tradicional y encontrará motivos para ello.
Personalmente, pienso que si bien es necesario saber los conceptos básicos de fotografía para tener más o menos la idea de lo que se desea expresar, querámoslo o no la tecnología llegó para quedarse.
Y cabe la posibilidad que a futuro ni siquiera seamos capaces de distinguir si el contenido fue elaborado por humanos o no.
A medida que estas tecnologías continúe desarrollándose, a los críticos de la fotografía con ajuste automático de hoy, no les quedará otra que aceptar que la calidad no solo tiene que ver con la técnica empleada, si no que es un conjunto de herramientas.
Y que una buena toma es producto del ojo humano y la experiencia, no solo funciones, combinación de parámetros y sensor.